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Comprar Vino de Partida Creus
La historia de Partida Creus es la historia de un sueño convertido en una realidad palpitante en las colinas de Bonastre, en el Baix Penedès. Es la historia de Antonella Gerosa y Massimo Marchiori, dos arquitectos italianos que, con una visión audaz y un respeto casi reverencial por la tierra, dejaron atrás la vida urbana para devolver a la vida variedades de uva olvidadas. En una región donde el progreso parecía haber relegado a la tradición al olvido, ellos vieron un lienzo en blanco y una oportunidad para recuperar un legado perdido.
Lo que comenzó como un proyecto íntimo y casi experimental pronto se transformó en una referencia de la viticultura natural en Cataluña. Partida Creus no es solo una bodega; es un acto de resistencia contra la homogeneización del vino y una apuesta firme por la autenticidad, la biodiversidad y la mínima intervención.
La revolución de las variedades olvidadas
Si algo define el espíritu de Partida Creus es su compromiso con la recuperación de uvas autóctonas que, durante décadas, habían sido arrancadas en favor de variedades más comerciales. Trepat, Sumoll, Garrut, Bobal, Subirat Parent, Macabeo y Vinyater son solo algunas de las joyas rescatadas por Antonella y Massimo. En sus manos, estas uvas olvidadas han vuelto a hablar con claridad y frescura, revelando la singularidad de un terroir que parecía haber sido silenciado.
Los viñedos de Partida Creus son un testimonio vivo de la diversidad mediterránea. Cultivados en suelos calcáreos y bajo la influencia de los vientos marinos, las cepas crecen con una energía vibrante que se traduce en vinos de carácter puro y electrizante. La bodega sigue los principios de la agricultura ecológica y biodinámica, con un respeto absoluto por los ciclos naturales y sin el uso de productos químicos sintéticos.
La mínima intervención como principio inquebrantable
En la bodega, el trabajo es un ejercicio de paciencia y precisión. Las fermentaciones son espontáneas, sin adición de levaduras comerciales. La maceración es delicada, buscando la máxima expresión varietal sin forzar la estructura de los vinos. El uso del azufre es casi nulo, y las crianzas se realizan en depósitos de acero inoxidable o barricas usadas, permitiendo que el vino evolucione sin artificios. Cada botella de Partida Creus es una instantánea de la añada, un reflejo sin filtros del viñedo y del esfuerzo por preservar su esencia.
Esta filosofía ha dado lugar a vinos de una personalidad única, radicalmente frescos, ligeros en alcohol, pero inmensamente expresivos. Tintos de pureza cristalina, blancos vibrantes y rosados que desafían cualquier convencionalismo. Partida Creus no sigue reglas preestablecidas, sino que las reescribe con cada cosecha, guiados por la intuición y la observación minuciosa del viñedo.
Un estilo inconfundible que ha conquistado el mundo
El reconocimiento de Partida Creus ha traspasado fronteras. Sus vinos, buscados por sumilleres y aficionados de todo el mundo, han redefinido la percepción del vino natural español. No son vinos diseñados para agradar a todos; son vinos que hablan con honestidad y que exigen una mente abierta y curiosa. Cada sorbo es una invitación a descubrir la identidad de una tierra, una uva y una visión sin concesiones.
Antonella y Massimo han logrado algo que pocos pueden reivindicar: han convertido un rincón olvidado del Penedès en un epicentro de la revolución vinícola contemporánea. Han demostrado que la tradición puede ser innovadora y que el pasado, cuando se respeta y se interpreta con inteligencia, puede marcar el camino del futuro. En cada botella de Partida Creus, hay una historia de redescubrimiento, de resistencia y de amor por lo auténtico.
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Comprar Vino de Partida Creus
La historia de Partida Creus es la historia de un sueño convertido en una realidad palpitante en las colinas de Bonastre, en el Baix Penedès. Es la historia de Antonella Gerosa y Massimo Marchiori, dos arquitectos italianos que, con una visión audaz y un respeto casi reverencial por la tierra, dejaron atrás la vida urbana para devolver a la vida variedades de uva olvidadas. En una región donde el progreso parecía haber relegado a la tradición al olvido, ellos vieron un lienzo en blanco y una oportunidad para recuperar un legado perdido.
Lo que comenzó como un proyecto íntimo y casi experimental pronto se transformó en una referencia de la viticultura natural en Cataluña. Partida Creus no es solo una bodega; es un acto de resistencia contra la homogeneización del vino y una apuesta firme por la autenticidad, la biodiversidad y la mínima intervención.
La revolución de las variedades olvidadas
Si algo define el espíritu de Partida Creus es su compromiso con la recuperación de uvas autóctonas que, durante décadas, habían sido arrancadas en favor de variedades más comerciales. Trepat, Sumoll, Garrut, Bobal, Subirat Parent, Macabeo y Vinyater son solo algunas de las joyas rescatadas por Antonella y Massimo. En sus manos, estas uvas olvidadas han vuelto a hablar con claridad y frescura, revelando la singularidad de un terroir que parecía haber sido silenciado.
Los viñedos de Partida Creus son un testimonio vivo de la diversidad mediterránea. Cultivados en suelos calcáreos y bajo la influencia de los vientos marinos, las cepas crecen con una energía vibrante que se traduce en vinos de carácter puro y electrizante. La bodega sigue los principios de la agricultura ecológica y biodinámica, con un respeto absoluto por los ciclos naturales y sin el uso de productos químicos sintéticos.
La mínima intervención como principio inquebrantable
En la bodega, el trabajo es un ejercicio de paciencia y precisión. Las fermentaciones son espontáneas, sin adición de levaduras comerciales. La maceración es delicada, buscando la máxima expresión varietal sin forzar la estructura de los vinos. El uso del azufre es casi nulo, y las crianzas se realizan en depósitos de acero inoxidable o barricas usadas, permitiendo que el vino evolucione sin artificios. Cada botella de Partida Creus es una instantánea de la añada, un reflejo sin filtros del viñedo y del esfuerzo por preservar su esencia.
Esta filosofía ha dado lugar a vinos de una personalidad única, radicalmente frescos, ligeros en alcohol, pero inmensamente expresivos. Tintos de pureza cristalina, blancos vibrantes y rosados que desafían cualquier convencionalismo. Partida Creus no sigue reglas preestablecidas, sino que las reescribe con cada cosecha, guiados por la intuición y la observación minuciosa del viñedo.
Un estilo inconfundible que ha conquistado el mundo
El reconocimiento de Partida Creus ha traspasado fronteras. Sus vinos, buscados por sumilleres y aficionados de todo el mundo, han redefinido la percepción del vino natural español. No son vinos diseñados para agradar a todos; son vinos que hablan con honestidad y que exigen una mente abierta y curiosa. Cada sorbo es una invitación a descubrir la identidad de una tierra, una uva y una visión sin concesiones.
Antonella y Massimo han logrado algo que pocos pueden reivindicar: han convertido un rincón olvidado del Penedès en un epicentro de la revolución vinícola contemporánea. Han demostrado que la tradición puede ser innovadora y que el pasado, cuando se respeta y se interpreta con inteligencia, puede marcar el camino del futuro. En cada botella de Partida Creus, hay una historia de redescubrimiento, de resistencia y de amor por lo auténtico.