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Comprar Vino de Toro
La DO Toro se encuentra al sureste de la ciudad de Zamora, extendiéndose por esta provincia (12 municipios) y parte de la vecina Valladolid (3 municipios). Esta denominación de origen fue otorgada en mayo de 1933. En la década del 90, la Junta de Castilla y León se embarcó en un plan de selección clonal y recuperación de las variedades autóctonas de la región, entre ellas, la variedad predominante Tinta de Oro. En la DO Toro podremos encontrar vinos tintos, rosados y blancos.
Características geográficas y climatológicas de la DO Toro
La zona de producción de vinos de Toro comprende 6000 hectáreas de clima continental extremo, con influencias atlánticas y de carácter árido. Los inviernos son rigurosos y con temperaturas mínimas muy bajas, y los veranos cortos y no demasiado cálidos, con importantes contrastes térmicos.
En cuanto a los niveles de pluviosidad, son escasos y la insolación es muy elevada. Los suelos en Toro son profundos, sueltos, a veces pedregosos, de escasa fertilidad y suave topografía.
Los vinos de Toro
Los vinos de Toro antiguamente eran potentes, alcohólicos, ácidos y llenos de color, pero con el tiempo las elaboraciones cada vez son más cuidadosas. Aquí, la variedad predominante es la Tinta de Toro, una uva autóctona de la que se obtienen vinos aromáticos y con buena estructura. La DO Toro permite el uso de un 10% de Garnacha en las vinificaciones.
En cuanto a los vinos tintos de la DO Toro, suelen tener entre 13,5 grados de alcohol, y son elaborados principalmente a partir de la uva autóctona predominante Tinta de Toro, que tiene un sello de certificación como variedad autóctona, aunque también con Garnacha. Los vinos rosados, por su parte, tienen entre 11 y 14% de contenido alcohólico, y se elaboran ya sea a partir de una mezcla entre estas dos variedades, o bien de un 100% de Garnacha.
Por último, los vinos blancos oscilan entre un 11 y un 13% de volumen alcohólico y se elaboran a partir de Malvasía o a partir de la variedad de uva Verdejo.
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La DO Toro se encuentra al sureste de la ciudad de Zamora, extendiéndose por esta provincia (12 municipios) y parte de la vecina Valladolid (3 municipios). Esta denominación de origen fue otorgada en mayo de 1933. En la década del 90, la Junta de Castilla y León se embarcó en un plan de selección clonal y recuperación de las variedades autóctonas de la región, entre ellas, la variedad predominante Tinta de Oro. En la DO Toro podremos encontrar vinos tintos, rosados y blancos.
Características geográficas y climatológicas de la DO Toro
La zona de producción de vinos de Toro comprende 6000 hectáreas de clima continental extremo, con influencias atlánticas y de carácter árido. Los inviernos son rigurosos y con temperaturas mínimas muy bajas, y los veranos cortos y no demasiado cálidos, con importantes contrastes térmicos.
En cuanto a los niveles de pluviosidad, son escasos y la insolación es muy elevada. Los suelos en Toro son profundos, sueltos, a veces pedregosos, de escasa fertilidad y suave topografía.
Los vinos de Toro
Los vinos de Toro antiguamente eran potentes, alcohólicos, ácidos y llenos de color, pero con el tiempo las elaboraciones cada vez son más cuidadosas. Aquí, la variedad predominante es la Tinta de Toro, una uva autóctona de la que se obtienen vinos aromáticos y con buena estructura. La DO Toro permite el uso de un 10% de Garnacha en las vinificaciones.
En cuanto a los vinos tintos de la DO Toro, suelen tener entre 13,5 grados de alcohol, y son elaborados principalmente a partir de la uva autóctona predominante Tinta de Toro, que tiene un sello de certificación como variedad autóctona, aunque también con Garnacha. Los vinos rosados, por su parte, tienen entre 11 y 14% de contenido alcohólico, y se elaboran ya sea a partir de una mezcla entre estas dos variedades, o bien de un 100% de Garnacha.
Por último, los vinos blancos oscilan entre un 11 y un 13% de volumen alcohólico y se elaboran a partir de Malvasía o a partir de la variedad de uva Verdejo.