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Comprar Vino de Marzagana Elementales
La Bodega Marzagana Elementales se encuentra en La Orotava, en la vertiente norte de Tenerife, la mayor isla del archipiélago canario. Esta bodega fue fundada en 2017 por Claudio Luis Lorenzo, un viticultor apasionado por la agricultura biodinámica y la producción de vinos naturales.
Claudio comenzó su aventura en la finca La Marzagana, situada en el valle de La Orotava, con la misión de recuperar y revitalizar viñas centenarias mediante prácticas agrícolas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Claudio Luis cuenta con una trayectoria notable en la viticultura, habiendo trabajado en la reconversión de viñedos y adoptado técnicas innovadoras en la producción de vinos naturales que hoy se exportan a varios países.Viñedos
Los viñedos de Marzagana Elementales se extienden sobre un total de 15.000 metros cuadrados en terrenos volcánicos, a una altitud que varía entre los 400 y los 730 metros sobre el nivel del mar. Estas tierras, con un terroir único, están compuestas por suelos de origen volcánico ricos en minerales, lo que contribuye a la complejidad y riqueza de los vinos producidos. La bodega emplea sistemas de conducción de viñedos tradicionales y únicos en el mundo, como el cordón trenzado y la tabla, que permiten una gestión eficiente y sostenible de las cepas, muchas de las cuales tienen más de 250 años y son prefiloxéricas, es decir, nunca fueron afectadas por la plaga de la filoxera.
El clima de la región es un factor crucial en la viticultura de Marzagana Elementales. La vertiente norte de Tenerife presenta un clima subtropical con influencia oceánica, caracterizado por inviernos suaves y veranos cálidos. Las condiciones climáticas permiten una maduración óptima de las uvas, contribuyendo a la producción de vinos con una acidez equilibrada y un perfil aromático distintivo.
Filosofía
La filosofía de la Bodega Marzagana Elementales se basa en la elaboración de vinos naturales y en la aplicación de los principios de la agricultura biodinámica. Claudio Luis Lorenzo sigue las enseñanzas de Rudolf Steiner, utilizando preparados biodinámicos que incluyen compost, infusiones de cola de caballo, milenrama, manzanilla y otros elementos naturales que fomentan la vitalidad y armonía del viñedo. Estos métodos no sólo respetan el ciclo natural de la tierra y la luna, sino que también promueven la biodiversidad y la salud del suelo.
En la bodega, se evita cualquier tipo de intervención artificial. Los vinos se elaboran sin aditivos ni productos químicos, permitiendo que las levaduras autóctonas realicen la fermentación de forma natural. Las vendimias se realizan de manera manual, seleccionando cuidadosamente las uvas en su punto óptimo de maduración. Los vinos no son trasegados y se embotellan siguiendo el calendario biodinámico, lo que asegura que cada botella refleje la pureza y autenticidad del terroir de Tenerife.
El leitmotiv del proyecto es "cuanto menos toques el vino, mejor", una filosofía que Claudio Luis ha adoptado desde sus inicios. La bodega produce una variedad de vinos que incluyen Higa, un Listán Negro con intensos aromas de fruta negra y pimienta; Pinarius, un ensamblaje de Listán Negro, Negramoll y Tintilla con notas de crianza en tea; y Echeyde, una mezcla de Syrah, Listán Negro, Garnacha, Castellana y Tempranillo con un perfil fresco y fluido.
Las técnicas de vinificación en Marzagana Elementales son un reflejo de su compromiso con la tradición y la innovación. La bodega emplea métodos ancestrales de vinificación, como el uso de barricas de castaño en lugar de las tradicionales de roble, y la fermentación en tinajas de barro. Estos métodos no solo preservan las características naturales de las uvas, sino que también aportan matices únicos a los vinos.
Por ejemplo, el vino Achaman orange se elabora con una maceración prolongada de uvas Albillo Criollo, Listán Blanco, Verdello y Vijariego Blanco en una tinaja de barro durante 30 días, resultando en un vino con notable tanicidad y cuerpo. Otro vino destacado es Mago del Norte, un clarete de viñas centenarias de Listán Negro, Negramoll y Listán Blanco que pasa cuatro meses en barrica de castaño, evocando el estilo de los vinos tradicionales consumidos por los campesinos canarios.
La sostenibilidad es un pilar fundamental en Marzagana Elementales. La bodega evita el uso de productos sistémicos y se enfoca en prácticas que fomentan la vida del suelo y la biodiversidad. La utilización de materia orgánica y preparados biodinámicos fortalece la resistencia natural de las viñas, minimizando la necesidad de tratamientos químicos. La cubierta vegetal entre las filas de viñedos no solo controla las malas hierbas, sino que también crea un hábitat para insectos beneficiosos, promoviendo un equilibrio ecológico.
La Bodega Marzagana Elementales se ha consolidado como un referente en la producción de vinos naturales y biodinámicos en Tenerife. Su enfoque en la sostenibilidad, el respeto por la tradición y la innovación en técnicas de vinificación han dado lugar a vinos que no solo capturan la esencia del terroir canario, sino que también destacan en el panorama vinícola internacional. Cada botella es una expresión del compromiso de Claudio Luis Lorenzo con la tierra y su pasión por crear vinos auténticos y vivos.
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Comprar Vino de Marzagana Elementales
La Bodega Marzagana Elementales se encuentra en La Orotava, en la vertiente norte de Tenerife, la mayor isla del archipiélago canario. Esta bodega fue fundada en 2017 por Claudio Luis Lorenzo, un viticultor apasionado por la agricultura biodinámica y la producción de vinos naturales.
Claudio comenzó su aventura en la finca La Marzagana, situada en el valle de La Orotava, con la misión de recuperar y revitalizar viñas centenarias mediante prácticas agrícolas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Claudio Luis cuenta con una trayectoria notable en la viticultura, habiendo trabajado en la reconversión de viñedos y adoptado técnicas innovadoras en la producción de vinos naturales que hoy se exportan a varios países.Viñedos
Los viñedos de Marzagana Elementales se extienden sobre un total de 15.000 metros cuadrados en terrenos volcánicos, a una altitud que varía entre los 400 y los 730 metros sobre el nivel del mar. Estas tierras, con un terroir único, están compuestas por suelos de origen volcánico ricos en minerales, lo que contribuye a la complejidad y riqueza de los vinos producidos. La bodega emplea sistemas de conducción de viñedos tradicionales y únicos en el mundo, como el cordón trenzado y la tabla, que permiten una gestión eficiente y sostenible de las cepas, muchas de las cuales tienen más de 250 años y son prefiloxéricas, es decir, nunca fueron afectadas por la plaga de la filoxera.
El clima de la región es un factor crucial en la viticultura de Marzagana Elementales. La vertiente norte de Tenerife presenta un clima subtropical con influencia oceánica, caracterizado por inviernos suaves y veranos cálidos. Las condiciones climáticas permiten una maduración óptima de las uvas, contribuyendo a la producción de vinos con una acidez equilibrada y un perfil aromático distintivo.
Filosofía
La filosofía de la Bodega Marzagana Elementales se basa en la elaboración de vinos naturales y en la aplicación de los principios de la agricultura biodinámica. Claudio Luis Lorenzo sigue las enseñanzas de Rudolf Steiner, utilizando preparados biodinámicos que incluyen compost, infusiones de cola de caballo, milenrama, manzanilla y otros elementos naturales que fomentan la vitalidad y armonía del viñedo. Estos métodos no sólo respetan el ciclo natural de la tierra y la luna, sino que también promueven la biodiversidad y la salud del suelo.
En la bodega, se evita cualquier tipo de intervención artificial. Los vinos se elaboran sin aditivos ni productos químicos, permitiendo que las levaduras autóctonas realicen la fermentación de forma natural. Las vendimias se realizan de manera manual, seleccionando cuidadosamente las uvas en su punto óptimo de maduración. Los vinos no son trasegados y se embotellan siguiendo el calendario biodinámico, lo que asegura que cada botella refleje la pureza y autenticidad del terroir de Tenerife.
El leitmotiv del proyecto es "cuanto menos toques el vino, mejor", una filosofía que Claudio Luis ha adoptado desde sus inicios. La bodega produce una variedad de vinos que incluyen Higa, un Listán Negro con intensos aromas de fruta negra y pimienta; Pinarius, un ensamblaje de Listán Negro, Negramoll y Tintilla con notas de crianza en tea; y Echeyde, una mezcla de Syrah, Listán Negro, Garnacha, Castellana y Tempranillo con un perfil fresco y fluido.
Las técnicas de vinificación en Marzagana Elementales son un reflejo de su compromiso con la tradición y la innovación. La bodega emplea métodos ancestrales de vinificación, como el uso de barricas de castaño en lugar de las tradicionales de roble, y la fermentación en tinajas de barro. Estos métodos no solo preservan las características naturales de las uvas, sino que también aportan matices únicos a los vinos.
Por ejemplo, el vino Achaman orange se elabora con una maceración prolongada de uvas Albillo Criollo, Listán Blanco, Verdello y Vijariego Blanco en una tinaja de barro durante 30 días, resultando en un vino con notable tanicidad y cuerpo. Otro vino destacado es Mago del Norte, un clarete de viñas centenarias de Listán Negro, Negramoll y Listán Blanco que pasa cuatro meses en barrica de castaño, evocando el estilo de los vinos tradicionales consumidos por los campesinos canarios.
La sostenibilidad es un pilar fundamental en Marzagana Elementales. La bodega evita el uso de productos sistémicos y se enfoca en prácticas que fomentan la vida del suelo y la biodiversidad. La utilización de materia orgánica y preparados biodinámicos fortalece la resistencia natural de las viñas, minimizando la necesidad de tratamientos químicos. La cubierta vegetal entre las filas de viñedos no solo controla las malas hierbas, sino que también crea un hábitat para insectos beneficiosos, promoviendo un equilibrio ecológico.
La Bodega Marzagana Elementales se ha consolidado como un referente en la producción de vinos naturales y biodinámicos en Tenerife. Su enfoque en la sostenibilidad, el respeto por la tradición y la innovación en técnicas de vinificación han dado lugar a vinos que no solo capturan la esencia del terroir canario, sino que también destacan en el panorama vinícola internacional. Cada botella es una expresión del compromiso de Claudio Luis Lorenzo con la tierra y su pasión por crear vinos auténticos y vivos.