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Comprar Vino de Quinta da Muradella

En el corazón de la Denominación de Origen Monterrei, en la provincia de Ourense, Galicia, se encuentra Quinta da Muradella, una bodega que no solo produce vino, sino que cuenta historias en cada copa.

Todo empieza con José Luis Mateo, un hombre que, en los años 90, dejó atrás Madrid y regresó a su tierra natal en Verín. Podría haber seguido cualquier otro camino, pero el vino lo llamó con la fuerza de quien escucha su destino. Autodidacta y meticuloso, Mateo no se conformó con seguir tendencias; quiso recuperar variedades autóctonas y devolverle el alma a Monterrei, una región muchas veces eclipsada por otras zonas vinícolas gallegas.

Viñedos

Si alguna vez has paseado por los viñedos de Monterrei, sabrás que es un paisaje que deja huella. En Quinta da Muradella, las 20 hectáreas de viñedos están repartidas en 23 parcelas, cada una con su propio carácter.
Algunas están a 300 metros de altitud, otras alcanzan los 800 metros, creando microclimas que dan vida a vinos con una diversidad sorprendente. Y el suelo... ah, el suelo. Una combinación de granito, pizarra, arcilla, cuarzo y esquisto, fruto de una antigua falla geológica, aporta matices únicos que se sienten en cada sorbo.
José Luis Mateo no se conforma con lo fácil. Su filosofía es clara: nada de químicos agresivos ni atajos. Desde 2005, sus viñedos son ecológicos. En otras palabras, aquí manda la naturaleza, y el ser humano solo la acompaña en su danza.

Filosofía

Para José Luis Mateo, hacer vino es un arte y un acto de paciencia. No hay prisa. No hay recetas fijas. Solo la búsqueda constante de autenticidad.
En bodega, prefiere que las uvas hablen por sí mismas: Fermentaciones espontáneas, sin levaduras comerciales; Uso mínimo de azufre, porque menos es más; y no clarifica ni filtra, dejando que el vino conserve toda su esencia.
Dicen que los vinos de Quinta da Muradella tienen alma. Quizá sea porque Mateo no saca un vino al mercado hasta que está seguro de que está listo. Algunos esperan años en bodega antes de ver la luz. No hay presión, sólo respeto por el tiempo y el terroir.
El resultado es una colección de vinos vibrantes, con texturas y matices que te transportan directamente a Monterrei. Cada botella es un pedazo de historia, una invitación a explorar una Galicia diferente, menos conocida, pero igual de fascinante.

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Comprar Vino de Quinta da Muradella

En el corazón de la Denominación de Origen Monterrei, en la provincia de Ourense, Galicia, se encuentra Quinta da Muradella, una bodega que no solo produce vino, sino que cuenta historias en cada copa.

Todo empieza con José Luis Mateo, un hombre que, en los años 90, dejó atrás Madrid y regresó a su tierra natal en Verín. Podría haber seguido cualquier otro camino, pero el vino lo llamó con la fuerza de quien escucha su destino. Autodidacta y meticuloso, Mateo no se conformó con seguir tendencias; quiso recuperar variedades autóctonas y devolverle el alma a Monterrei, una región muchas veces eclipsada por otras zonas vinícolas gallegas.

Viñedos

Si alguna vez has paseado por los viñedos de Monterrei, sabrás que es un paisaje que deja huella. En Quinta da Muradella, las 20 hectáreas de viñedos están repartidas en 23 parcelas, cada una con su propio carácter.
Algunas están a 300 metros de altitud, otras alcanzan los 800 metros, creando microclimas que dan vida a vinos con una diversidad sorprendente. Y el suelo... ah, el suelo. Una combinación de granito, pizarra, arcilla, cuarzo y esquisto, fruto de una antigua falla geológica, aporta matices únicos que se sienten en cada sorbo.
José Luis Mateo no se conforma con lo fácil. Su filosofía es clara: nada de químicos agresivos ni atajos. Desde 2005, sus viñedos son ecológicos. En otras palabras, aquí manda la naturaleza, y el ser humano solo la acompaña en su danza.

Filosofía

Para José Luis Mateo, hacer vino es un arte y un acto de paciencia. No hay prisa. No hay recetas fijas. Solo la búsqueda constante de autenticidad.
En bodega, prefiere que las uvas hablen por sí mismas: Fermentaciones espontáneas, sin levaduras comerciales; Uso mínimo de azufre, porque menos es más; y no clarifica ni filtra, dejando que el vino conserve toda su esencia.
Dicen que los vinos de Quinta da Muradella tienen alma. Quizá sea porque Mateo no saca un vino al mercado hasta que está seguro de que está listo. Algunos esperan años en bodega antes de ver la luz. No hay presión, sólo respeto por el tiempo y el terroir.
El resultado es una colección de vinos vibrantes, con texturas y matices que te transportan directamente a Monterrei. Cada botella es un pedazo de historia, una invitación a explorar una Galicia diferente, menos conocida, pero igual de fascinante.