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Comprar Vino de Château Lafleur
Ubicada en Pomerol, en la margen derecha de Burdeos, se encuentra una de las propiedades más discretas y, sin embargo, más veneradas del panorama vitivinícola mundial: Château Lafleur. Desde su fundación en 1872 por Henri Greloud, este viñedo de apenas 4,5 hectáreas ha forjado una reputación que trasciende el tiempo, basada en la autenticidad, la minuciosidad y un respeto absoluto por su terruño.
Lo que comenzó como una visión personal de Greloud se convirtió en una saga familiar que ha visto pasar generaciones comprometidas con la excelencia. Desde los años de Charles Greloud hasta la tenaz dedicación de las hermanas Marie y Thérèse Robin durante gran parte del siglo XX, Château Lafleur siempre ha sido un bastión de integridad. Fue bajo la mirada atenta de Jacques y Sylvie Guinaudeau que la finca entró en una nueva era de esplendor: modernización sin renunciar a la tradición, precisión sin perder el alma. Actualmente, la gestión está en manos de la siguiente generación, con Baptiste y Julie Guinaudeau liderando el proyecto con una visión moderna profundamente arraigada en los valores históricos de la familia.
Un viñedo que desafía lo convencional
En Lafleur, cada metro cuadrado de suelo cuenta. El viñedo, casi cuadrado y rodeado de gigantes como Pétrus y La Fleur-Pétrus, se despliega en una sorprendente diversidad de suelos: gravas pardas al noroeste, gravas arcillosas al sur, arenas arcillosas al este y una media luna central de limos y arenas. Esta complejidad edáfica es la clave de la profundidad aromática y estructura inconfundible de sus vinos.
Merlot y Cabernet Franc se reparten el viñedo en partes iguales, una decisión poco común en Pomerol que refleja el carácter visionario de la familia Guinaudeau. Con vides de una edad promedio de 40 años, el viñedo se cultiva como un jardín secreto, donde cada cepa recibe atención personalizada.
Una filosofía basada en el detalle
La intervención mínima es la regla de oro en Lafleur. Todo parte del viñedo: la observación minuciosa, el trabajo manual, el respeto por cada añada. En bodega, se emplean depósitos de hormigón tradicionales y la fermentación maloláctica se realiza en barrica, permitiendo una expresión pura y sin artificios del fruto.
Aquí no hay espacio para dogmas o modas pasajeras. Todo está al servicio del vino, con la limpieza, el rigor y la sensibilidad como pilares de una enología que busca revelar, no encubrir. El resultado: vinos que combinan una energía vibrante con una profundidad conmovedora, capaces de envejecer durante décadas sin perder ni un ápice de frescura o elegancia.
Les Pensées - Una ventana al alma de Lafleur
Desde 1987, Les Pensées de Lafleur ha surgido como una voz paralela, pero no secundaria. Proveniente de una microparcela en el corazón del viñedo, este vino refleja otra dimensión del terroir, más accesible en su juventud pero igualmente compleja. Les Pensées no es un segundo vino, es otra mirada, otro poema extraído de la misma tierra.
Una leyenda viva
Château Lafleur no produce en masa, no busca reflectores. Produce verdad, carácter, emoción. Cada añada es un acto de artesanía y una declaración de principios. Las grandes cosechas —2000, 2005, 2009, 2010, 2015, 2016— son testamento de su grandeza, pero incluso en años desafiantes, Lafleur demuestra que la excelencia no depende del clima, sino del compromiso con la esencia.
En un mundo donde la velocidad y la estandarización amenazan lo singular, Château Lafleur es un faro de autenticidad. No es simplemente un gran vino de Pomerol. Es, en muchos sentidos, el alma de Pomerol.
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Comprar Vino de Château Lafleur
Ubicada en Pomerol, en la margen derecha de Burdeos, se encuentra una de las propiedades más discretas y, sin embargo, más veneradas del panorama vitivinícola mundial: Château Lafleur. Desde su fundación en 1872 por Henri Greloud, este viñedo de apenas 4,5 hectáreas ha forjado una reputación que trasciende el tiempo, basada en la autenticidad, la minuciosidad y un respeto absoluto por su terruño.
Lo que comenzó como una visión personal de Greloud se convirtió en una saga familiar que ha visto pasar generaciones comprometidas con la excelencia. Desde los años de Charles Greloud hasta la tenaz dedicación de las hermanas Marie y Thérèse Robin durante gran parte del siglo XX, Château Lafleur siempre ha sido un bastión de integridad. Fue bajo la mirada atenta de Jacques y Sylvie Guinaudeau que la finca entró en una nueva era de esplendor: modernización sin renunciar a la tradición, precisión sin perder el alma. Actualmente, la gestión está en manos de la siguiente generación, con Baptiste y Julie Guinaudeau liderando el proyecto con una visión moderna profundamente arraigada en los valores históricos de la familia.
Un viñedo que desafía lo convencional
En Lafleur, cada metro cuadrado de suelo cuenta. El viñedo, casi cuadrado y rodeado de gigantes como Pétrus y La Fleur-Pétrus, se despliega en una sorprendente diversidad de suelos: gravas pardas al noroeste, gravas arcillosas al sur, arenas arcillosas al este y una media luna central de limos y arenas. Esta complejidad edáfica es la clave de la profundidad aromática y estructura inconfundible de sus vinos.
Merlot y Cabernet Franc se reparten el viñedo en partes iguales, una decisión poco común en Pomerol que refleja el carácter visionario de la familia Guinaudeau. Con vides de una edad promedio de 40 años, el viñedo se cultiva como un jardín secreto, donde cada cepa recibe atención personalizada.
Una filosofía basada en el detalle
La intervención mínima es la regla de oro en Lafleur. Todo parte del viñedo: la observación minuciosa, el trabajo manual, el respeto por cada añada. En bodega, se emplean depósitos de hormigón tradicionales y la fermentación maloláctica se realiza en barrica, permitiendo una expresión pura y sin artificios del fruto.
Aquí no hay espacio para dogmas o modas pasajeras. Todo está al servicio del vino, con la limpieza, el rigor y la sensibilidad como pilares de una enología que busca revelar, no encubrir. El resultado: vinos que combinan una energía vibrante con una profundidad conmovedora, capaces de envejecer durante décadas sin perder ni un ápice de frescura o elegancia.
Les Pensées - Una ventana al alma de Lafleur
Desde 1987, Les Pensées de Lafleur ha surgido como una voz paralela, pero no secundaria. Proveniente de una microparcela en el corazón del viñedo, este vino refleja otra dimensión del terroir, más accesible en su juventud pero igualmente compleja. Les Pensées no es un segundo vino, es otra mirada, otro poema extraído de la misma tierra.
Una leyenda viva
Château Lafleur no produce en masa, no busca reflectores. Produce verdad, carácter, emoción. Cada añada es un acto de artesanía y una declaración de principios. Las grandes cosechas —2000, 2005, 2009, 2010, 2015, 2016— son testamento de su grandeza, pero incluso en años desafiantes, Lafleur demuestra que la excelencia no depende del clima, sino del compromiso con la esencia.
En un mundo donde la velocidad y la estandarización amenazan lo singular, Château Lafleur es un faro de autenticidad. No es simplemente un gran vino de Pomerol. Es, en muchos sentidos, el alma de Pomerol.