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Comprar Vino de Bodegas Atalaya
Bodegas Atalaya se encuentra en la Denominación de Origen Protegida (D.O.P) Almansa, una región vinícola situada en la provincia de Albacete, al este de España. Esta ubicación se caracteriza por su transición entre la meseta castellana y la influencia del Mediterráneo, lo que aporta a los viñedos un carácter único. La bodega fue fundada en el año 2007 como un proyecto impulsado por Gil Family Estates, en colaboración con la familia López de El Pilar de la Horadada.
El enólogo responsable de dirigir la bodega es Frank Gonzales, un profesional con amplia experiencia en la industria vinícola. De origen español y criado en Australia, ha trabajado en importantes proyectos internacionales antes de unirse a Bodegas Atalaya. Su conocimiento y su habilidad para entender tanto el mercado global como las particularidades del terroir español han sido fundamentales en el desarrollo de la bodega.
Viñedos
Los viñedos de Bodegas Atalaya se encuentran en suelos predominantemente calizos, ideales para el cultivo de las variedades que definen sus vinos. Estas tierras se localizan a unos 700 metros sobre el nivel del mar, una altitud que favorece un clima más fresco, ideal para la maduración lenta de las uvas y la concentración de aromas y sabores. La bodega cuenta con unas 65 hectáreas de viñedos, distribuidos en parcelas donde predominan cepas viejas de Garnacha Tintorera y Monastrell.
El clima de la zona es de tipo continental, con una marcada influencia mediterránea que modera las temperaturas extremas. Este clima se caracteriza por inviernos fríos y veranos secos y calurosos, con una pluviometría anual que no supera los 350 mm. Estas condiciones de escasas lluvias y baja fertilidad del suelo provocan un crecimiento lento de las viñas, resultando en rendimientos bajos, pero de altísima calidad. Las uvas que se cosechan en estas tierras tienen una gran concentración de color, taninos y aromas, lo que es esencial para la elaboración de vinos intensos y de larga vida en botella.
Además de las condiciones del suelo y el clima, la altitud juega un papel crucial en la definición del perfil de los vinos de Bodegas Atalaya. Los viñedos, situados entre los 700 y 1000 metros, permiten una maduración más lenta de las uvas, favoreciendo un equilibrio entre la acidez y la concentración de azúcar, lo que resulta en vinos frescos y complejos.
Filosofía
La filosofía de Bodegas Atalaya se basa en respetar y potenciar las cualidades únicas del terroir de Almansa, combinando tradición y modernidad en la elaboración de sus vinos. La bodega pone un fuerte énfasis en las variedades autóctonas como la Garnacha Tintorera y la Monastrell, buscando capturar la esencia de estas uvas en cada botella. Estas cepas han demostrado ser perfectamente adecuadas para los suelos y el clima de la región, ofreciendo vinos robustos y con una profunda expresión de su origen.
Uno de los aspectos clave de la filosofía de la bodega es la producción sostenible y el respeto por el entorno natural. Esto se refleja en sus prácticas agrícolas, que buscan minimizar el impacto ambiental y mantener la fertilidad natural de los suelos. Además, los rendimientos bajos son una estrategia deliberada para garantizar que cada racimo de uvas tenga la máxima concentración de sabores.
En cuanto a la vinificación, Frank Gonzales ha introducido un enfoque que equilibra la tecnología moderna con las técnicas tradicionales. Utilizan fermentaciones controladas en tanques de acero inoxidable para preservar la frescura de la fruta y las características varietales de las uvas. Posteriormente, los vinos son envejecidos en barricas de roble, donde adquieren complejidad y profundidad, pero sin perder la expresión de su origen. El resultado es una gama de vinos que van desde los más accesibles, como Laya, hasta etiquetas más complejas y estructuradas como Alaya Tierra y La Atalaya del Camino.
El lema de la bodega podría resumirse en "vinos que reflejan el carácter de la tierra", ya que su objetivo principal es elaborar vinos que transmitan la singularidad del terroir de Almansa. Para Bodegas Atalaya, el vino es un medio para contar la historia de la tierra, el clima y las manos que lo cultivan, y en cada botella se puede encontrar esa conexión entre la naturaleza y el ser humano.
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Comprar Vino de Bodegas Atalaya
Bodegas Atalaya se encuentra en la Denominación de Origen Protegida (D.O.P) Almansa, una región vinícola situada en la provincia de Albacete, al este de España. Esta ubicación se caracteriza por su transición entre la meseta castellana y la influencia del Mediterráneo, lo que aporta a los viñedos un carácter único. La bodega fue fundada en el año 2007 como un proyecto impulsado por Gil Family Estates, en colaboración con la familia López de El Pilar de la Horadada.
El enólogo responsable de dirigir la bodega es Frank Gonzales, un profesional con amplia experiencia en la industria vinícola. De origen español y criado en Australia, ha trabajado en importantes proyectos internacionales antes de unirse a Bodegas Atalaya. Su conocimiento y su habilidad para entender tanto el mercado global como las particularidades del terroir español han sido fundamentales en el desarrollo de la bodega.
Viñedos
Los viñedos de Bodegas Atalaya se encuentran en suelos predominantemente calizos, ideales para el cultivo de las variedades que definen sus vinos. Estas tierras se localizan a unos 700 metros sobre el nivel del mar, una altitud que favorece un clima más fresco, ideal para la maduración lenta de las uvas y la concentración de aromas y sabores. La bodega cuenta con unas 65 hectáreas de viñedos, distribuidos en parcelas donde predominan cepas viejas de Garnacha Tintorera y Monastrell.
El clima de la zona es de tipo continental, con una marcada influencia mediterránea que modera las temperaturas extremas. Este clima se caracteriza por inviernos fríos y veranos secos y calurosos, con una pluviometría anual que no supera los 350 mm. Estas condiciones de escasas lluvias y baja fertilidad del suelo provocan un crecimiento lento de las viñas, resultando en rendimientos bajos, pero de altísima calidad. Las uvas que se cosechan en estas tierras tienen una gran concentración de color, taninos y aromas, lo que es esencial para la elaboración de vinos intensos y de larga vida en botella.
Además de las condiciones del suelo y el clima, la altitud juega un papel crucial en la definición del perfil de los vinos de Bodegas Atalaya. Los viñedos, situados entre los 700 y 1000 metros, permiten una maduración más lenta de las uvas, favoreciendo un equilibrio entre la acidez y la concentración de azúcar, lo que resulta en vinos frescos y complejos.
Filosofía
La filosofía de Bodegas Atalaya se basa en respetar y potenciar las cualidades únicas del terroir de Almansa, combinando tradición y modernidad en la elaboración de sus vinos. La bodega pone un fuerte énfasis en las variedades autóctonas como la Garnacha Tintorera y la Monastrell, buscando capturar la esencia de estas uvas en cada botella. Estas cepas han demostrado ser perfectamente adecuadas para los suelos y el clima de la región, ofreciendo vinos robustos y con una profunda expresión de su origen.
Uno de los aspectos clave de la filosofía de la bodega es la producción sostenible y el respeto por el entorno natural. Esto se refleja en sus prácticas agrícolas, que buscan minimizar el impacto ambiental y mantener la fertilidad natural de los suelos. Además, los rendimientos bajos son una estrategia deliberada para garantizar que cada racimo de uvas tenga la máxima concentración de sabores.
En cuanto a la vinificación, Frank Gonzales ha introducido un enfoque que equilibra la tecnología moderna con las técnicas tradicionales. Utilizan fermentaciones controladas en tanques de acero inoxidable para preservar la frescura de la fruta y las características varietales de las uvas. Posteriormente, los vinos son envejecidos en barricas de roble, donde adquieren complejidad y profundidad, pero sin perder la expresión de su origen. El resultado es una gama de vinos que van desde los más accesibles, como Laya, hasta etiquetas más complejas y estructuradas como Alaya Tierra y La Atalaya del Camino.
El lema de la bodega podría resumirse en "vinos que reflejan el carácter de la tierra", ya que su objetivo principal es elaborar vinos que transmitan la singularidad del terroir de Almansa. Para Bodegas Atalaya, el vino es un medio para contar la historia de la tierra, el clima y las manos que lo cultivan, y en cada botella se puede encontrar esa conexión entre la naturaleza y el ser humano.