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Eulogio Pomares Zárate
Rías Baixas31,90€
30,30€/ud (-5%)
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Mostrando 1 a 16 de 27
Comprar Vino de Eulogio Pomares Zárate
Enclavada en el corazón del Valle del Salnés, en el municipio de Ribadumia, Bodegas Zárate es mucho más que una bodega: es la encarnación viva de una herencia familiar que ha tejido su historia en torno al Albariño desde 1707. Siete generaciones después, la familia Zárate sigue marcando el pulso del vino gallego con una maestría que ha sabido combinar tradición, precisión y un espíritu visionario.
El legado de Ernesto Zárate
Fue Ernesto Zárate quien, a mediados del siglo XX, situó a la bodega en el mapa de la excelencia vitivinícola al fundar la Fiesta del Albariño en Cambados. Sus tres victorias consecutivas en las ediciones inaugurales del certamen no sólo consolidaron su reputación, sino que marcaron el inicio de una filosofía donde la calidad habla por sí sola. Desde entonces, Zárate dejó de competir, pero nunca dejó de destacar.
La visión de Eulogio Pomares
Hoy, la batuta la lleva Eulogio Pomares, junto a su esposa Rebeca, miembro de la séptima generación y uno de los nombres más influyentes del nuevo Albariño. Con formación en Burdeos y Alemania, Eulogio ha transformado el viñedo en un ecosistema donde la sostenibilidad y la mínima intervención definen cada decisión. Nada es casual en Zárate. Las 10 hectáreas de viñedo propio, divididas en 14 parcelas con una media de edad de 35 años, son trabajadas bajo principios biodinámicos que permiten expresar el carácter puro del terroir.
Zárate - Donde el granito se convierte en vino
El alma de Zárate está en su tierra: suelos graníticos, brisas atlánticas y un clima húmedo que desafía y enriquece al viticultor. El resultado: vinos que rezuman frescura, precisión y una mineralidad que se convierte en firma de la casa. Zárate Albariño es la carta de presentación: limpio, directo, con tres meses de crianza sobre lías que aportan textura y profundidad. Zárate Balado, procedente de cepas plantadas en 1950 sobre pie franco y rodeadas de muros de granito, es una oda a la elegancia y la complejidad. Y Zárate El Palomar, fermentado en fudres, revela el potencial de guarda y la nobleza del Albariño más longevo.
Pero la inquietud de Zárate no se detiene en los blancos de Albariño. La recuperación de variedades tintas autóctonas como Caíño Tinto, Loureiro Tinto y Espadeiro es un acto de valentía y convicción. Vinificados con el mismo respeto y precisión, estos tintos ofrecen una nueva lectura del Salnés: frescura atlántica, taninos finos y una acidez vibrante que seduce por su autenticidad.
Mínima intervención, máxima expresión en el corazón de Rías Baixas
En bodega, la intervención es mínima, casi reverencial. Se busca traducir el mensaje del viñedo sin distorsiones, con fermentaciones espontáneas, crianzas sobre lías y un enfoque donde el vino se acompaña más que se dirige. Aquí, cada botella es un reflejo fiel del paraje del que proviene.
Zárate no persigue modas ni responde a tendencias. Su brújula es el viñedo, su lenguaje es la honestidad. En una región donde el Albariño se ha convertido en emblema, esta bodega se mantiene como faro de autenticidad, guiando a quienes buscan vinos con alma, historia y un futuro que honra su pasado.
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Comprar Vino de Eulogio Pomares Zárate
Enclavada en el corazón del Valle del Salnés, en el municipio de Ribadumia, Bodegas Zárate es mucho más que una bodega: es la encarnación viva de una herencia familiar que ha tejido su historia en torno al Albariño desde 1707. Siete generaciones después, la familia Zárate sigue marcando el pulso del vino gallego con una maestría que ha sabido combinar tradición, precisión y un espíritu visionario.
El legado de Ernesto Zárate
Fue Ernesto Zárate quien, a mediados del siglo XX, situó a la bodega en el mapa de la excelencia vitivinícola al fundar la Fiesta del Albariño en Cambados. Sus tres victorias consecutivas en las ediciones inaugurales del certamen no sólo consolidaron su reputación, sino que marcaron el inicio de una filosofía donde la calidad habla por sí sola. Desde entonces, Zárate dejó de competir, pero nunca dejó de destacar.
La visión de Eulogio Pomares
Hoy, la batuta la lleva Eulogio Pomares, junto a su esposa Rebeca, miembro de la séptima generación y uno de los nombres más influyentes del nuevo Albariño. Con formación en Burdeos y Alemania, Eulogio ha transformado el viñedo en un ecosistema donde la sostenibilidad y la mínima intervención definen cada decisión. Nada es casual en Zárate. Las 10 hectáreas de viñedo propio, divididas en 14 parcelas con una media de edad de 35 años, son trabajadas bajo principios biodinámicos que permiten expresar el carácter puro del terroir.
Zárate - Donde el granito se convierte en vino
El alma de Zárate está en su tierra: suelos graníticos, brisas atlánticas y un clima húmedo que desafía y enriquece al viticultor. El resultado: vinos que rezuman frescura, precisión y una mineralidad que se convierte en firma de la casa. Zárate Albariño es la carta de presentación: limpio, directo, con tres meses de crianza sobre lías que aportan textura y profundidad. Zárate Balado, procedente de cepas plantadas en 1950 sobre pie franco y rodeadas de muros de granito, es una oda a la elegancia y la complejidad. Y Zárate El Palomar, fermentado en fudres, revela el potencial de guarda y la nobleza del Albariño más longevo.
Pero la inquietud de Zárate no se detiene en los blancos de Albariño. La recuperación de variedades tintas autóctonas como Caíño Tinto, Loureiro Tinto y Espadeiro es un acto de valentía y convicción. Vinificados con el mismo respeto y precisión, estos tintos ofrecen una nueva lectura del Salnés: frescura atlántica, taninos finos y una acidez vibrante que seduce por su autenticidad.
Mínima intervención, máxima expresión en el corazón de Rías Baixas
En bodega, la intervención es mínima, casi reverencial. Se busca traducir el mensaje del viñedo sin distorsiones, con fermentaciones espontáneas, crianzas sobre lías y un enfoque donde el vino se acompaña más que se dirige. Aquí, cada botella es un reflejo fiel del paraje del que proviene.
Zárate no persigue modas ni responde a tendencias. Su brújula es el viñedo, su lenguaje es la honestidad. En una región donde el Albariño se ha convertido en emblema, esta bodega se mantiene como faro de autenticidad, guiando a quienes buscan vinos con alma, historia y un futuro que honra su pasado.