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Comprar Vino de Maxim Lannay
Maxim Lannay es el nombre del productor detrás del proyecto de vinos naturales ubicado en Saint-Cyr-Montmalin, en la región del Jura (Francia). El trabajo es intenso con técnicas, en gran parte, de la vieja escuela. A pesar de su corta edad, Maxim se ha codeado con Domaine Gérard Villet y Domaine de l'Octavin durante ocho años. Ha sabido moverse por el sitio adecuado para aprender el oficio de la enología desde cerca.
Viñedo de Maxim Lannay
Este viticultor cuenta con unas 0,7 hectáreas repartidas en cuatro viñedos. Planta pinot noir, chardonnay, gamay, poulsard, savagnin y rosette, una uva roja híbrida que mezcla con chardonnay para la cuvée L'avant Match. Su estilo es único, entusiasta, algo que se puede sentir en cada sorbo. Todo el viñedo se hace a mano, siguiendo principios de la biodinámica, aunque sus campos no están certificados. Maxim trata las malas hierbas con la compra de verde carroñero, como fungicida natural, estiércol de oveja y cohombros enterrados, así lograr nutrir naturalmente la tierra.
Cuando comenzó en 2017 las heladas le jugaron una mala pasada y se llevaron casi toda su primera cosecha. Poca uva, poco vino. Un año más tarde, ya todo fue diferente. Se puede decir que le queda mucho camino por delante para no dejar de sorprender.
Vinos de Maxim Lannay
El resultado son vinos naturales muy potentes, de mucha personalidad, que combinan un rendimiento muy bajo y mucho trabajo en el campo. Por supuesto, se embotella sin sulfitos, sin filtrar y sin clarificar. En la bodega, se trabaja minuciosamente, respetando el proceso natural, y los vinos se dejan fermentar solos - de manera espontánea- con levaduras autóctonas. Su chardonnay, Don't take my Coconnuts 2018, por ejemplo, se elabora en maceración de pieles durante dos meses, y tiene una crianza de 12 meses en barricas usadas.
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Comprar Vino de Maxim Lannay
Maxim Lannay es el nombre del productor detrás del proyecto de vinos naturales ubicado en Saint-Cyr-Montmalin, en la región del Jura (Francia). El trabajo es intenso con técnicas, en gran parte, de la vieja escuela. A pesar de su corta edad, Maxim se ha codeado con Domaine Gérard Villet y Domaine de l'Octavin durante ocho años. Ha sabido moverse por el sitio adecuado para aprender el oficio de la enología desde cerca.
Viñedo de Maxim Lannay
Este viticultor cuenta con unas 0,7 hectáreas repartidas en cuatro viñedos. Planta pinot noir, chardonnay, gamay, poulsard, savagnin y rosette, una uva roja híbrida que mezcla con chardonnay para la cuvée L'avant Match. Su estilo es único, entusiasta, algo que se puede sentir en cada sorbo. Todo el viñedo se hace a mano, siguiendo principios de la biodinámica, aunque sus campos no están certificados. Maxim trata las malas hierbas con la compra de verde carroñero, como fungicida natural, estiércol de oveja y cohombros enterrados, así lograr nutrir naturalmente la tierra.
Cuando comenzó en 2017 las heladas le jugaron una mala pasada y se llevaron casi toda su primera cosecha. Poca uva, poco vino. Un año más tarde, ya todo fue diferente. Se puede decir que le queda mucho camino por delante para no dejar de sorprender.
Vinos de Maxim Lannay
El resultado son vinos naturales muy potentes, de mucha personalidad, que combinan un rendimiento muy bajo y mucho trabajo en el campo. Por supuesto, se embotella sin sulfitos, sin filtrar y sin clarificar. En la bodega, se trabaja minuciosamente, respetando el proceso natural, y los vinos se dejan fermentar solos - de manera espontánea- con levaduras autóctonas. Su chardonnay, Don't take my Coconnuts 2018, por ejemplo, se elabora en maceración de pieles durante dos meses, y tiene una crianza de 12 meses en barricas usadas.