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Comprar Vino de Erik Rosdahl
En la soleada región de Murcia, donde las viñas crecen bajo un cielo intenso y el suelo guarda la memoria de siglos de historia, nace Laboratorio Rupestre, un proyecto tan singular como su creador: el enigmático viticultor sueco Erik Rosdahl. Más que una simple bodega, esta iniciativa fue la expresión de una filosofía, una búsqueda incansable por capturar la esencia del vino natural en su estado más puro.
Un sueco en tierras murcianas
Lejos del frío de su Suecia natal, Erik Rosdahl encontró en Murcia un territorio indomable, desafiante y a la vez inspirador. No llegó allí por casualidad; fue una decisión deliberada, un salto al vacío en busca de autenticidad. Y vaya si la encontró. En estas tierras ásperas y soleadas, Erik se dedicó a trabajar con variedades autóctonas sin artificios ni concesiones.
La pureza del vino natural
En Laboratorio Rupestre, el vino no sigue normas ni busca etiquetas de certificación. Erik apostó por una vinificación sin intervenciones, donde la uva es protagonista absoluta. Nada de sulfitos, levaduras comerciales ni filtraciones. Sólo el tiempo, el clima y la tierra murciana haciendo su magia.
Las variedades con las que trabajó - Monastrell, Syrah, Alicante Bouschet, Bobal y Mourvèdre - se expresan con una fuerza inusual en sus vinos. Cada sorbo transporta a un paisaje de contrastes: el calor abrasador del día, la frescura nocturna y la brisa del Mediterráneo en la distancia.
Entre las creaciones de Laboratorio Rupestre, destacan etiquetas tan evocadoras como "Escombro", un Alicante Bouschet con personalidad arrolladora, o "Ruina", que saca el lado más salvaje de la Syrah. Otros nombres como "Autorretrato" y "Chiquillo" han encontrado su lugar en algunas de las cartas más exclusivas de Europa, incluyendo restaurantes estrellados. No porque sigan una tendencia, sino porque transmiten algo genuino: una historia, un riesgo, una manera de entender el vino sin artificios.
Un adiós que deja huella
En 2023, Erik Rosdahl tomó una decisión radical: dejar la bodega y trasladarse con su familia a un bosque en Suecia. Un cierre que, lejos de ser un final, es parte de su esencia: seguir su propio camino sin mirar atrás. Aun así, su legado sigue vivo en Murcia. Su manera de trabajar ha inspirado a otros viticultores a explorar caminos menos convencionales, recordándonos que el mejor vino es aquel que cuenta una historia sin filtros.
Los vinos de Laboratorio Rupestre no sólo hablan de Murcia, sino de la pasión por hacer las cosas de manera honesta. Son un homenaje a la tierra, al tiempo y a la libertad de crear sin reglas preestablecidas. Si tienes la suerte de encontrar una botella, ábrela con calma y disfruta de un sorbo de pura autenticidad.
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Comprar Vino de Erik Rosdahl
En la soleada región de Murcia, donde las viñas crecen bajo un cielo intenso y el suelo guarda la memoria de siglos de historia, nace Laboratorio Rupestre, un proyecto tan singular como su creador: el enigmático viticultor sueco Erik Rosdahl. Más que una simple bodega, esta iniciativa fue la expresión de una filosofía, una búsqueda incansable por capturar la esencia del vino natural en su estado más puro.
Un sueco en tierras murcianas
Lejos del frío de su Suecia natal, Erik Rosdahl encontró en Murcia un territorio indomable, desafiante y a la vez inspirador. No llegó allí por casualidad; fue una decisión deliberada, un salto al vacío en busca de autenticidad. Y vaya si la encontró. En estas tierras ásperas y soleadas, Erik se dedicó a trabajar con variedades autóctonas sin artificios ni concesiones.
La pureza del vino natural
En Laboratorio Rupestre, el vino no sigue normas ni busca etiquetas de certificación. Erik apostó por una vinificación sin intervenciones, donde la uva es protagonista absoluta. Nada de sulfitos, levaduras comerciales ni filtraciones. Sólo el tiempo, el clima y la tierra murciana haciendo su magia.
Las variedades con las que trabajó - Monastrell, Syrah, Alicante Bouschet, Bobal y Mourvèdre - se expresan con una fuerza inusual en sus vinos. Cada sorbo transporta a un paisaje de contrastes: el calor abrasador del día, la frescura nocturna y la brisa del Mediterráneo en la distancia.
Entre las creaciones de Laboratorio Rupestre, destacan etiquetas tan evocadoras como "Escombro", un Alicante Bouschet con personalidad arrolladora, o "Ruina", que saca el lado más salvaje de la Syrah. Otros nombres como "Autorretrato" y "Chiquillo" han encontrado su lugar en algunas de las cartas más exclusivas de Europa, incluyendo restaurantes estrellados. No porque sigan una tendencia, sino porque transmiten algo genuino: una historia, un riesgo, una manera de entender el vino sin artificios.
Un adiós que deja huella
En 2023, Erik Rosdahl tomó una decisión radical: dejar la bodega y trasladarse con su familia a un bosque en Suecia. Un cierre que, lejos de ser un final, es parte de su esencia: seguir su propio camino sin mirar atrás. Aun así, su legado sigue vivo en Murcia. Su manera de trabajar ha inspirado a otros viticultores a explorar caminos menos convencionales, recordándonos que el mejor vino es aquel que cuenta una historia sin filtros.
Los vinos de Laboratorio Rupestre no sólo hablan de Murcia, sino de la pasión por hacer las cosas de manera honesta. Son un homenaje a la tierra, al tiempo y a la libertad de crear sin reglas preestablecidas. Si tienes la suerte de encontrar una botella, ábrela con calma y disfruta de un sorbo de pura autenticidad.