Mostrando 1 a 8 de 8
Comprar Vino de Pol Roger
En el corazón de la región de Champagne, bajo las avenidas calcáreas de Épernay, reposa una de las casas más discretas y, a la vez, más veneradas de la denominación: Pol Roger. Fundada en 1849 y todavía en manos de la familia fundadora —un hecho cada vez más raro en Champagne—, esta maison representa una forma de hacer las cosas que no busca titulares ni luces, sino profundidad, coherencia y una fidelidad casi obstinada a un estilo que ha resistido modas, guerras y generaciones.
Viñedos propios y relaciones que duran
Pol Roger no es la más grande, ni la más antigua, ni la más mediática. Pero pocos productores en Champagne pueden presumir de una consistencia cualitativa tan férrea durante más de 170 años. La bodega trabaja hoy unas 92 hectáreas de viñedo propio, complementadas con uvas de viticultores con los que mantiene relaciones de largo plazo. Las parcelas se distribuyen por algunos de los pueblos más cotizados de la región: la Montagne de Reims (ambas laderas), la Côte des Blancs y la Vallée de la Marne, con una presencia significativa en los grands crus de Ambonnay, Verzenay, Avize o Cramant, entre otros.
Tiza, profundidad y silencio - Así se cría un gran Champagne
El subsuelo en esta zona es clave. Champagne es, literalmente, un paisaje de tiza. La craie —esa marga blanca y porosa compuesta de millones de fósiles marinos— permite un drenaje excelente y actúa como regulador térmico natural, liberando humedad en verano y protegiendo las raíces en invierno. Las bodegas de Pol Roger se extienden a más de 30 metros bajo tierra, en galerías excavadas directamente en esta piedra caliza. Allí, a una temperatura constante de 9,5 °C, los vinos realizan una crianza lenta, particularmente beneficiosa para el desarrollo de una burbuja fina y una textura sedosa.
Acero inoxidable, cero ruido - El vino como reflejo puro
Una de las características más notables de la casa es su apuesta por los fermentadores de acero inoxidable, evitando el uso de barrica incluso en sus cuvées más ambiciosas. Esta decisión responde a una filosofía clara: preservar la precisión aromática, la tensión y la pureza del vino base. Pol Roger no busca champagnes ampulosos o marcadamente vinosos. Al contrario, su estilo se define por un equilibrio casi arquitectónico entre frescura, estructura y complejidad discreta.
Pinot Noir al mando - Tensión, fruta y profundidad
Aunque todas las uvas tienen su espacio, la Pinot Noir es, sin duda, la columna vertebral de la casa. Representa cerca del 60% del ensamblaje en la cuvée Pol Roger Brut Réserve —el vino más emblemático de la casa— y define ese carácter ligeramente especiado, con notas de frutos rojos, pan tostado y una boca que combina cremosidad y energía. La Chardonnay aporta brillo y tensión; la Meunier, una fruta jugosa que se percibe sobre todo en la juventud del vino.
El compromiso con la excelencia sin estridencias se traduce también en sus tiempos de crianza: el Brut Réserve reposa un mínimo de 4 años sobre lías, muy por encima de los 15 meses legales. En sus cuvées vintage, como el Brut Vintage o el prestigioso Cuvée Sir Winston Churchill, la paciencia se convierte en virtud: 8, 10 o incluso 12 años de crianza antes del degüelle no son excepcionales.
Churchill, legado y una cuvée secreta
La historia de esta cuvée de culto merece mención aparte. Sir Winston Churchill, uno de los más fieles admiradores de la casa, llegó a decir: “Mis gustos son sencillos. Me conformo fácilmente con lo mejor.” El vínculo entre el político británico y la maison fue tan fuerte que, tras su muerte, Pol Roger creó en 1975 una cuvée en su honor. Lo hizo siguiendo tres principios: solo uvas de grands crus, una base dominada por Pinot Noir, y una crianza prolongada que garantice vinos capaces de evolucionar durante décadas. Hasta el día de hoy, la composición exacta es un secreto celosamente guardado, aunque se sabe que las añadas se producen únicamente en años excepcionales, y el vino sólo se libera al mercado cuando la familia considera que está listo.
Un champagne que no grita, pero se queda
En un paisaje cada vez más dominado por grandes grupos y estrategias de marketing global, Pol Roger representa la resistencia tranquila. No hay aquí exuberancia ni gestos dramáticos. Lo que hay es una convicción firme: que un gran champagne nace de la paciencia, del respeto al viñedo y de una vinificación meticulosa, sin artificios.
- ;
-
-
- ;
-
-
- ;
-
-
- ;
-
-
Comprar Vino de Pol Roger
En el corazón de la región de Champagne, bajo las avenidas calcáreas de Épernay, reposa una de las casas más discretas y, a la vez, más veneradas de la denominación: Pol Roger. Fundada en 1849 y todavía en manos de la familia fundadora —un hecho cada vez más raro en Champagne—, esta maison representa una forma de hacer las cosas que no busca titulares ni luces, sino profundidad, coherencia y una fidelidad casi obstinada a un estilo que ha resistido modas, guerras y generaciones.
Viñedos propios y relaciones que duran
Pol Roger no es la más grande, ni la más antigua, ni la más mediática. Pero pocos productores en Champagne pueden presumir de una consistencia cualitativa tan férrea durante más de 170 años. La bodega trabaja hoy unas 92 hectáreas de viñedo propio, complementadas con uvas de viticultores con los que mantiene relaciones de largo plazo. Las parcelas se distribuyen por algunos de los pueblos más cotizados de la región: la Montagne de Reims (ambas laderas), la Côte des Blancs y la Vallée de la Marne, con una presencia significativa en los grands crus de Ambonnay, Verzenay, Avize o Cramant, entre otros.
Tiza, profundidad y silencio - Así se cría un gran Champagne
El subsuelo en esta zona es clave. Champagne es, literalmente, un paisaje de tiza. La craie —esa marga blanca y porosa compuesta de millones de fósiles marinos— permite un drenaje excelente y actúa como regulador térmico natural, liberando humedad en verano y protegiendo las raíces en invierno. Las bodegas de Pol Roger se extienden a más de 30 metros bajo tierra, en galerías excavadas directamente en esta piedra caliza. Allí, a una temperatura constante de 9,5 °C, los vinos realizan una crianza lenta, particularmente beneficiosa para el desarrollo de una burbuja fina y una textura sedosa.
Acero inoxidable, cero ruido - El vino como reflejo puro
Una de las características más notables de la casa es su apuesta por los fermentadores de acero inoxidable, evitando el uso de barrica incluso en sus cuvées más ambiciosas. Esta decisión responde a una filosofía clara: preservar la precisión aromática, la tensión y la pureza del vino base. Pol Roger no busca champagnes ampulosos o marcadamente vinosos. Al contrario, su estilo se define por un equilibrio casi arquitectónico entre frescura, estructura y complejidad discreta.
Pinot Noir al mando - Tensión, fruta y profundidad
Aunque todas las uvas tienen su espacio, la Pinot Noir es, sin duda, la columna vertebral de la casa. Representa cerca del 60% del ensamblaje en la cuvée Pol Roger Brut Réserve —el vino más emblemático de la casa— y define ese carácter ligeramente especiado, con notas de frutos rojos, pan tostado y una boca que combina cremosidad y energía. La Chardonnay aporta brillo y tensión; la Meunier, una fruta jugosa que se percibe sobre todo en la juventud del vino.
El compromiso con la excelencia sin estridencias se traduce también en sus tiempos de crianza: el Brut Réserve reposa un mínimo de 4 años sobre lías, muy por encima de los 15 meses legales. En sus cuvées vintage, como el Brut Vintage o el prestigioso Cuvée Sir Winston Churchill, la paciencia se convierte en virtud: 8, 10 o incluso 12 años de crianza antes del degüelle no son excepcionales.
Churchill, legado y una cuvée secreta
La historia de esta cuvée de culto merece mención aparte. Sir Winston Churchill, uno de los más fieles admiradores de la casa, llegó a decir: “Mis gustos son sencillos. Me conformo fácilmente con lo mejor.” El vínculo entre el político británico y la maison fue tan fuerte que, tras su muerte, Pol Roger creó en 1975 una cuvée en su honor. Lo hizo siguiendo tres principios: solo uvas de grands crus, una base dominada por Pinot Noir, y una crianza prolongada que garantice vinos capaces de evolucionar durante décadas. Hasta el día de hoy, la composición exacta es un secreto celosamente guardado, aunque se sabe que las añadas se producen únicamente en años excepcionales, y el vino sólo se libera al mercado cuando la familia considera que está listo.
Un champagne que no grita, pero se queda
En un paisaje cada vez más dominado por grandes grupos y estrategias de marketing global, Pol Roger representa la resistencia tranquila. No hay aquí exuberancia ni gestos dramáticos. Lo que hay es una convicción firme: que un gran champagne nace de la paciencia, del respeto al viñedo y de una vinificación meticulosa, sin artificios.