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Comprar Vino de Jean Christophe Garnier
No estamos exagerando si decimos que Jean-Christophe Garnier es el amo del Chenin. Afincado en Saint Lambert du Lattay - Layon (Loire, Francia), siempre se ha visto envuelto en vides. Primero como sommelier, luego cuando decidió crear su propia elaboración de vinos naturales. Natural, fiel a su terruño y con gran personalidad.
Viñedo de Jean-Christophe Garnier
Después de estudiar vinificación en Loire, y tras una etapa con Marc Angeli, decidió comprar algunas parcelas. El Garnier de esa época, con pocos recursos y apenas un puñado de viñas, dista mucho de su presente. Ha sabido moverse en una región vinícola como Anjou con tantos productores. Supo diferenciarse y resaltar para crear algo único. Posee unas cepas Chenin de 60 y 40 años y un poco de Cabernet Franc, Grolleau, Gamay y Pineau d'Aunis. Cultiva sus vides sobre esquisto, piedra caliza y marga. Hay un dato clave en todo esto: sus chenin pasan un largo tiempo de prensado suave para extraer el zumo. Por eso, se puede apreciar una nota un tanto oxidativa que se suma a la complejidad de sus vinos.
Vinos de Jean-Christophe Garnier
En su gran carta podemos encontrar el chenin blanc Garnier Bézigon 2017, el profundo y mineral Garnier Bézigon 2017, como también Garnier La Roche 2017 y Garnier La Roche Bézigon 2018, aromáticos y fragantes. Su especial mix de cabernet franc y cabernet sauvignon, afrutado y jugoso, Garnier Les Tailles 2017. Por otro lado, tenemos Garnier Pineau d'Aunis 2018, con su gran y ligera variedad de uvas pineau d'aunis y gamay. Un tinto joven, especial para un aperitivo. Por último, podemos encontrar otro tinto joven, Garnier Grolleau Gamay Aunís 2019, una mezcla de gamay, grolleau y pineau d'aunis. Este vino tiene una crianza de ocho meses en depósitos de fibra. Todos sus embotellados son sin filtrar y sin sulfitos añadidos. Son vinos que contagian ese sentimiento arraigado por expresar su contenido. Y claro está, su alma.
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Comprar Vino de Jean Christophe Garnier
No estamos exagerando si decimos que Jean-Christophe Garnier es el amo del Chenin. Afincado en Saint Lambert du Lattay - Layon (Loire, Francia), siempre se ha visto envuelto en vides. Primero como sommelier, luego cuando decidió crear su propia elaboración de vinos naturales. Natural, fiel a su terruño y con gran personalidad.
Viñedo de Jean-Christophe Garnier
Después de estudiar vinificación en Loire, y tras una etapa con Marc Angeli, decidió comprar algunas parcelas. El Garnier de esa época, con pocos recursos y apenas un puñado de viñas, dista mucho de su presente. Ha sabido moverse en una región vinícola como Anjou con tantos productores. Supo diferenciarse y resaltar para crear algo único. Posee unas cepas Chenin de 60 y 40 años y un poco de Cabernet Franc, Grolleau, Gamay y Pineau d'Aunis. Cultiva sus vides sobre esquisto, piedra caliza y marga. Hay un dato clave en todo esto: sus chenin pasan un largo tiempo de prensado suave para extraer el zumo. Por eso, se puede apreciar una nota un tanto oxidativa que se suma a la complejidad de sus vinos.
Vinos de Jean-Christophe Garnier
En su gran carta podemos encontrar el chenin blanc Garnier Bézigon 2017, el profundo y mineral Garnier Bézigon 2017, como también Garnier La Roche 2017 y Garnier La Roche Bézigon 2018, aromáticos y fragantes. Su especial mix de cabernet franc y cabernet sauvignon, afrutado y jugoso, Garnier Les Tailles 2017. Por otro lado, tenemos Garnier Pineau d'Aunis 2018, con su gran y ligera variedad de uvas pineau d'aunis y gamay. Un tinto joven, especial para un aperitivo. Por último, podemos encontrar otro tinto joven, Garnier Grolleau Gamay Aunís 2019, una mezcla de gamay, grolleau y pineau d'aunis. Este vino tiene una crianza de ocho meses en depósitos de fibra. Todos sus embotellados son sin filtrar y sin sulfitos añadidos. Son vinos que contagian ese sentimiento arraigado por expresar su contenido. Y claro está, su alma.