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Jacques Lassaigne
Champagne54,95€
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Côteaux Champenois91,95€
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Jacques Lassaigne
Champagne134,25€
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Comprar Vino de Jacques Lassaigne
Hablar de Jacques Lassaigne es hablar de un secreto bien guardado en el mundo del Champagne. En la colina de Montgueux, un terroir hasta hace poco subestimado, Emmanuel Lassaigne ha llevado la herencia familiar a una dimensión completamente nueva. Lo que comenzó como una pequeña producción en manos de su padre Jacques, hoy se ha convertido en una de las referencias más emocionantes de la región. Con apenas 4,7 hectáreas de viñedos propios y el control meticuloso de pequeñas parcelas adicionales, Emmanuel ha demostrado que el gran Champagne no solo nace en la Côte des Blancs o en los suelos calcáreos de Reims y Aÿ, sino también en este oasis de tiza pura en el sur de la denominación.
Montgueux - El Montrachet de la Champagne
Si alguna vez hubo un terroir incomprendido, ese fue Montgueux. Durante décadas, esta colina solitaria en las afueras de Troyes fue ignorada en favor de los enclaves clásicos de la Champaña. Pero la naturaleza aquí es generosa: suelos de pura caliza kimmeridgiana, exposiciones ideales al sol y un Chardonnay que despliega una riqueza aromática fuera de lo común. Emmanuel Lassaigne no sólo redescubrió este terroir, sino que lo elevó a una categoría que hoy es celebrada por sumilleres y amantes del vino en todo el mundo. Con razón, el legendario Anselme Selosse lo apodó " el Montrachet de la Champagne ".
Champagnes que capturan la esencia de la tierra
Para Lassaigne, la viña es sagrada. La viticultura aquí se lleva a cabo con un respeto absoluto por la naturaleza: sin herbicidas, sin pesticidas, con tratamientos orgánicos y biodinámicos según la necesidad de cada añada. Pero donde realmente se distingue esta casa es en su filosofía de vinificación. Emmanuel rechaza el ensamblaje típico de la Champagne y prefiere elaborar cada vino con uvas de una sola añada y, en muchos casos, de una sola parcela. ¿El resultado? Champagnes de una pureza asombrosa, donde el viñedo habla sin interferencias.
La fermentación se realiza con levaduras autóctonas y en depósitos de acero inoxidable, aunque algunas cuvées experimentan crianza en barricas de roble usadas para aportar complejidad sin enmascarar la identidad del vino. La maloláctica se permite o no según la expresión natural de cada añada, sin imposiciones dogmáticas. Y algo crucial: todos los Champagnes de Lassaigne se embotellan sin filtración ni clarificación, con dosis extremadamente bajas o, en la mayoría de los casos, sin ningún añadido de azúcar (Brut Nature).
Expresión máxima del Chardonnay de Montgueux
Cada cuvée de Jacques Lassaigne es una declaración de principios. Su Blanc de Blancs Extra Brut es una entrada fascinante al universo Lassaigne: mineral, tenso, con una vibrante acidez y notas cítricas que evolucionan hacia frutos secos y un final salino. Le Cotet, elaborado con uvas de una sola parcela, lleva la pureza del Chardonnay de Montgueux a su máxima expresión: una explosión de tiza, flores blancas y frutas de hueso, con una precisión cortante que recuerda a los grandes Chablis.
Pero quizás la joya de la casa sea su La Colline Inspirée, un Champagne de microproducción donde Emmanuel juega con vinificaciones en barrica y un ensamblaje de diferentes añadas para crear un vino de profundidad y textura inigualables. Cada botella de Jacques Lassaigne no solo es una expresión del terruño, sino una prueba de que el Champagne puede ser una experiencia sensorial que trasciende lo convencional.
El Champagne de los inconformistas
Hoy, Jacques Lassaigne es un nombre de culto. Su producción es ínfima y sus vinos son buscados con fervor por quienes entienden que el verdadero lujo en el Champagne no es la opulencia, sino la autenticidad. En un mundo donde las grandes maisons dominan el mercado con estilos uniformes, Lassaigne representa la resistencia, la artesanía y el deseo de expresar la verdad de la tierra en cada botella.
Los que han tenido la fortuna de probarlo saben que descorchar un Jacques Lassaigne es descubrir un Champagne vivo, eléctrico, en constante evolución en la copa. Es sentir el latido de Montgueux en su forma más pura. Y, sobre todo, es una invitación a repensar lo que creemos saber sobre esta región legendaria.
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54,95€
52,20€/ud (-5%)
Parker92 -
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99,55€
94,57€/ud (-5%)
Parker94
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Comprar Vino de Jacques Lassaigne
Hablar de Jacques Lassaigne es hablar de un secreto bien guardado en el mundo del Champagne. En la colina de Montgueux, un terroir hasta hace poco subestimado, Emmanuel Lassaigne ha llevado la herencia familiar a una dimensión completamente nueva. Lo que comenzó como una pequeña producción en manos de su padre Jacques, hoy se ha convertido en una de las referencias más emocionantes de la región. Con apenas 4,7 hectáreas de viñedos propios y el control meticuloso de pequeñas parcelas adicionales, Emmanuel ha demostrado que el gran Champagne no solo nace en la Côte des Blancs o en los suelos calcáreos de Reims y Aÿ, sino también en este oasis de tiza pura en el sur de la denominación.
Montgueux - El Montrachet de la Champagne
Si alguna vez hubo un terroir incomprendido, ese fue Montgueux. Durante décadas, esta colina solitaria en las afueras de Troyes fue ignorada en favor de los enclaves clásicos de la Champaña. Pero la naturaleza aquí es generosa: suelos de pura caliza kimmeridgiana, exposiciones ideales al sol y un Chardonnay que despliega una riqueza aromática fuera de lo común. Emmanuel Lassaigne no sólo redescubrió este terroir, sino que lo elevó a una categoría que hoy es celebrada por sumilleres y amantes del vino en todo el mundo. Con razón, el legendario Anselme Selosse lo apodó " el Montrachet de la Champagne ".
Champagnes que capturan la esencia de la tierra
Para Lassaigne, la viña es sagrada. La viticultura aquí se lleva a cabo con un respeto absoluto por la naturaleza: sin herbicidas, sin pesticidas, con tratamientos orgánicos y biodinámicos según la necesidad de cada añada. Pero donde realmente se distingue esta casa es en su filosofía de vinificación. Emmanuel rechaza el ensamblaje típico de la Champagne y prefiere elaborar cada vino con uvas de una sola añada y, en muchos casos, de una sola parcela. ¿El resultado? Champagnes de una pureza asombrosa, donde el viñedo habla sin interferencias.
La fermentación se realiza con levaduras autóctonas y en depósitos de acero inoxidable, aunque algunas cuvées experimentan crianza en barricas de roble usadas para aportar complejidad sin enmascarar la identidad del vino. La maloláctica se permite o no según la expresión natural de cada añada, sin imposiciones dogmáticas. Y algo crucial: todos los Champagnes de Lassaigne se embotellan sin filtración ni clarificación, con dosis extremadamente bajas o, en la mayoría de los casos, sin ningún añadido de azúcar (Brut Nature).
Expresión máxima del Chardonnay de Montgueux
Cada cuvée de Jacques Lassaigne es una declaración de principios. Su Blanc de Blancs Extra Brut es una entrada fascinante al universo Lassaigne: mineral, tenso, con una vibrante acidez y notas cítricas que evolucionan hacia frutos secos y un final salino. Le Cotet, elaborado con uvas de una sola parcela, lleva la pureza del Chardonnay de Montgueux a su máxima expresión: una explosión de tiza, flores blancas y frutas de hueso, con una precisión cortante que recuerda a los grandes Chablis.
Pero quizás la joya de la casa sea su La Colline Inspirée, un Champagne de microproducción donde Emmanuel juega con vinificaciones en barrica y un ensamblaje de diferentes añadas para crear un vino de profundidad y textura inigualables. Cada botella de Jacques Lassaigne no solo es una expresión del terruño, sino una prueba de que el Champagne puede ser una experiencia sensorial que trasciende lo convencional.
El Champagne de los inconformistas
Hoy, Jacques Lassaigne es un nombre de culto. Su producción es ínfima y sus vinos son buscados con fervor por quienes entienden que el verdadero lujo en el Champagne no es la opulencia, sino la autenticidad. En un mundo donde las grandes maisons dominan el mercado con estilos uniformes, Lassaigne representa la resistencia, la artesanía y el deseo de expresar la verdad de la tierra en cada botella.
Los que han tenido la fortuna de probarlo saben que descorchar un Jacques Lassaigne es descubrir un Champagne vivo, eléctrico, en constante evolución en la copa. Es sentir el latido de Montgueux en su forma más pura. Y, sobre todo, es una invitación a repensar lo que creemos saber sobre esta región legendaria.