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Sánchez Romate Hnos
Manzanilla Sanlúcar de Barrameda8,55€
8,12€/ud (-5%)
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Comprar Vino de Sánchez Romate Hnos
En el corazón del Marco de Jerez, donde el sol de Andalucía acaricia los viñedos y el aire salino del Atlántico sopla suavemente entre las cepas, se alza Bodegas Sánchez Romate Hermanos. Fundada en 1781, esta bodega es una de las pocas que aún siguen en manos de jerezanos. Aquí, el vino no es solo un producto: es un testigo del tiempo, una historia líquida que conecta generaciones.
Pero la historia de Sánchez Romate no se quedó ahí. En 1887, la familia quiso crear algo especial, un brandy único para consumo privado. Así nació Cardenal Mendoza Solera Gran Reserva, que con el tiempo se convirtió en un referente mundial. Lo que empezó como un capricho terminó conquistando paladares en los cinco continentes.
Viñedos
Los viñedos de Sánchez Romate se extienden sobre las tierras de albariza, ese suelo blanco que parece hecho de polvo de estrellas. Rico en carbonato cálcico y con una capacidad increíble para retener la humedad, este terreno es el alma del Jerez. Cuando llueve, bebe y guarda; cuando el sol aprieta, devuelve lo justo para que las vides sobrevivan.
Aquí, las variedades Palomino, Pedro Ximénez y Moscatel se cultivan bajo la atenta mirada de un clima mediterráneo con tintes atlánticos. Las temperaturas suaves y la brisa marina crean el equilibrio perfecto para que las uvas desarrollen su carácter.
Sánchez Romate ha entendido que la tierra no solo se trabaja, también se respeta. Su compromiso con la sostenibilidad va más allá del discurso: practican una viticultura que cuida el suelo y preserva la biodiversidad. No es solo una cuestión de certificaciones; es una filosofía de vida.
Filosofía
En Sánchez Romate, el tiempo no se mide en minutos ni en horas, sino en criaderas y soleras. Es un proceso lento, casi poético, donde los vinos jóvenes aprenden de los viejos y los viejos ceden su esencia sin perder su identidad. No hay prisa, solo paciencia. Y en esa espera, ocurre la magia.
Lo tradicional aquí no está reñido con la innovación. Siguen usando botas de roble americano, pero también han sabido incorporar mejoras técnicas sin traicionar su esencia. Es un equilibrio difícil, pero ellos lo han logrado.
Más allá del vino, hay un propósito: contar la historia de Jerez en cada copa. No se trata sólo de elaborar buenos vinos y brandies, sino de transmitir un legado. Y eso se nota. Cada sorbo es un viaje al pasado, un homenaje a quienes han dedicado su vida a perfeccionar este arte.
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Comprar Vino de Sánchez Romate Hnos
En el corazón del Marco de Jerez, donde el sol de Andalucía acaricia los viñedos y el aire salino del Atlántico sopla suavemente entre las cepas, se alza Bodegas Sánchez Romate Hermanos. Fundada en 1781, esta bodega es una de las pocas que aún siguen en manos de jerezanos. Aquí, el vino no es solo un producto: es un testigo del tiempo, una historia líquida que conecta generaciones.
Pero la historia de Sánchez Romate no se quedó ahí. En 1887, la familia quiso crear algo especial, un brandy único para consumo privado. Así nació Cardenal Mendoza Solera Gran Reserva, que con el tiempo se convirtió en un referente mundial. Lo que empezó como un capricho terminó conquistando paladares en los cinco continentes.
Viñedos
Los viñedos de Sánchez Romate se extienden sobre las tierras de albariza, ese suelo blanco que parece hecho de polvo de estrellas. Rico en carbonato cálcico y con una capacidad increíble para retener la humedad, este terreno es el alma del Jerez. Cuando llueve, bebe y guarda; cuando el sol aprieta, devuelve lo justo para que las vides sobrevivan.
Aquí, las variedades Palomino, Pedro Ximénez y Moscatel se cultivan bajo la atenta mirada de un clima mediterráneo con tintes atlánticos. Las temperaturas suaves y la brisa marina crean el equilibrio perfecto para que las uvas desarrollen su carácter.
Sánchez Romate ha entendido que la tierra no solo se trabaja, también se respeta. Su compromiso con la sostenibilidad va más allá del discurso: practican una viticultura que cuida el suelo y preserva la biodiversidad. No es solo una cuestión de certificaciones; es una filosofía de vida.
Filosofía
En Sánchez Romate, el tiempo no se mide en minutos ni en horas, sino en criaderas y soleras. Es un proceso lento, casi poético, donde los vinos jóvenes aprenden de los viejos y los viejos ceden su esencia sin perder su identidad. No hay prisa, solo paciencia. Y en esa espera, ocurre la magia.
Lo tradicional aquí no está reñido con la innovación. Siguen usando botas de roble americano, pero también han sabido incorporar mejoras técnicas sin traicionar su esencia. Es un equilibrio difícil, pero ellos lo han logrado.
Más allá del vino, hay un propósito: contar la historia de Jerez en cada copa. No se trata sólo de elaborar buenos vinos y brandies, sino de transmitir un legado. Y eso se nota. Cada sorbo es un viaje al pasado, un homenaje a quienes han dedicado su vida a perfeccionar este arte.