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Comprar Vino de La Perdida
La Perdida se llama el proyecto de vinos naturales del enólogo Nacho González. Uno muy diferente a cualquier otro en la región de DO de Valdeorras, Galicia (España). Siempre ha defendido su punto de vista sobre la elaboración de vinos naturales. Nacho, biólogo de formación se dedicó de lleno al arte de los vinos, cuando su abuela le regaló un viñedo llamado “O Trancado”.
Viñedo de La Perdida
Estas tierras, que estaban completamente abandonadas pudieron revivir, gracias a su desempeño agrícola y al ferviente deseo de salvar las viejas cepas. Su trabajo se refleja en la búsqueda activa de viñedos aislados y remotos. Encuentra viñedos viejos, abandonados en las laderas, y se esmera hasta conseguir que estén sanos nuevamente. Nacho trabaja en cuatro hectáreas de viñedos, todas cultivadas de forma ecológica con algunas prácticas biodinámicas. Siempre respetando la naturaleza y biodiversidad de la viña. Cultiva diferentes variedades de uvas: garnacha tintorera, palomino, godello, mencía y sumoll. Todos ellos son de varietales mixtos, plantados conjuntamente. Nacho es completamente tradicional en el viñedo y se esfuerza en demostrar su amor por proteger la cultura.
Vinos de La Perdida
Inspirando gran exclusividad, sólo produce unas 300 cajas al año en una pequeña bodega en el pueblo de Larouco. Jugosos, vibrantes, profundos, complejos y minerales. Amplia es la gama a la que apunta, para nada perdida. Juego de aromas que transpiran años de mito impregnados en la tierra, contagiados en cada racimo. Nacho nunca ha utilizado el azufre. Embotella sin clarificar, sin filtrar y sin sulfitos añadidos. Por ejemplo, su blanco sin crianza, “Malas Uvas 2020”, un varietal de palomino y doña blanca, se elabora con maceración pelicular en frío durante una semana en depósitos de acero inoxidable, previo a la fermentación alcohólica espontánea.
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Comprar Vino de La Perdida
La Perdida se llama el proyecto de vinos naturales del enólogo Nacho González. Uno muy diferente a cualquier otro en la región de DO de Valdeorras, Galicia (España). Siempre ha defendido su punto de vista sobre la elaboración de vinos naturales. Nacho, biólogo de formación se dedicó de lleno al arte de los vinos, cuando su abuela le regaló un viñedo llamado “O Trancado”.
Viñedo de La Perdida
Estas tierras, que estaban completamente abandonadas pudieron revivir, gracias a su desempeño agrícola y al ferviente deseo de salvar las viejas cepas. Su trabajo se refleja en la búsqueda activa de viñedos aislados y remotos. Encuentra viñedos viejos, abandonados en las laderas, y se esmera hasta conseguir que estén sanos nuevamente. Nacho trabaja en cuatro hectáreas de viñedos, todas cultivadas de forma ecológica con algunas prácticas biodinámicas. Siempre respetando la naturaleza y biodiversidad de la viña. Cultiva diferentes variedades de uvas: garnacha tintorera, palomino, godello, mencía y sumoll. Todos ellos son de varietales mixtos, plantados conjuntamente. Nacho es completamente tradicional en el viñedo y se esfuerza en demostrar su amor por proteger la cultura.
Vinos de La Perdida
Inspirando gran exclusividad, sólo produce unas 300 cajas al año en una pequeña bodega en el pueblo de Larouco. Jugosos, vibrantes, profundos, complejos y minerales. Amplia es la gama a la que apunta, para nada perdida. Juego de aromas que transpiran años de mito impregnados en la tierra, contagiados en cada racimo. Nacho nunca ha utilizado el azufre. Embotella sin clarificar, sin filtrar y sin sulfitos añadidos. Por ejemplo, su blanco sin crianza, “Malas Uvas 2020”, un varietal de palomino y doña blanca, se elabora con maceración pelicular en frío durante una semana en depósitos de acero inoxidable, previo a la fermentación alcohólica espontánea.