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Fernando de Castilla Solera Único

184,22₣ (IVA inc. bot. 70 cl.) / España

Fernando de Castilla
Jerez

Disponible en 2 días

184,22₣ (IVA inc. bot. 70 cl.) / España

Descripción

En pleno corazón de Jerez, entre muros impregnados de historia y crianza, Fernando de Castilla guarda uno de sus secretos más longevos: Fernando de Castilla Solera Único. Este brandy no sigue caminos fáciles ni atajos modernos. Nace de una convicción firme: rescatar el alma más pura del vino a través de la destilación artesanal y la crianza prolongada. Aquí no hay prisa. Las holandas de alquitara, finas y aromáticas, se destilan lentamente, como antes, para preservar toda su nobleza. Su creador, Jan Pettersen, lo define como un homenaje al tiempo: “Solo embotellamos cuando el silencio sabe más que nosotros”.

Tras la destilación, el aguardiente inicia su largo letargo en botas de roble americano que envejecieron vinos generosos durante décadas. Primero, una crianza estática y prolongada, de más de 40 años, algo excepcional incluso dentro de los grandes brandis de Jerez. Después, una integración gradual en el sistema de soleras y criaderas, donde el brandy se afina hasta alcanzar un equilibrio impecable.

Elaboración

Tras la destilación, Fernando de Castilla Solera Único inicia su largo letargo en botas de roble americano que envejecieron vinos generosos durante décadas. Primero, una crianza estática y prolongada, de más de 40 años, algo excepcional incluso dentro de los grandes brandis de Jerez. Después, una integración gradual en el sistema de soleras y criaderas, donde el brandy se afina hasta alcanzar un equilibrio impecable.

Sabor

De color caoba oscuro, con reflejos ámbar, Fernando de Castilla Solera Único presenta una nariz seca, muy intensa y fragante. Se perciben notas de maderas antiguas, vainilla seca, tabaco rubio, especias dulces y un fondo de piel curtida. En boca, envolvente, de una suavidad profunda, con recuerdos tostados, un punto salino y final larguísimo. Un brandy complejo y meditativo, que pide tiempo y silencio.

Ideal para acompañar chocolates negros o un habano, este brandy es una obra de resistencia al olvido, un testimonio líquido del alma jerezana.

Características