Variedades blancas principales de Francia

Responsables por algunos de los vinos blancos más refinados que conocemos -con sus diferentes perfiles, ya sea aromáticos y fragantes, ligeros y crujientes o profundos y minerales-, las variedades de uvas blancas de Francia son las verdaderas protagonistas detrás de muchas de las increíbles botellas que forman parte de nuestro catálogo. 

Aquí te explicamos todo lo que debes saber acerca de las principales variedades de uva blanca de Francia.

Una historia compartida

Lo cierto es que las variedades blancas no son autóctonas de una región francesa específica sino que, previo a la filoxera y al igual que en el resto de Europa, los viñedos estaban plantados con una variedad muy amplia de uvas blancas y tintas, de distintos ciclos madurativos, que fueron seleccionadas progresivamente según su rendimiento. 

Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XIX, la filoxera arrasó con todas las plantaciones que existían hasta el momento, y obligó a recurrir a la vid injertada con patrón americano. Esto permitió que en cada región se eligiera desde cero qué variedades cultivar, según distintos factores, como el rendimiento o el volumen de producción.

Desde entonces, se fue configurando el mapa de viñedos de Francia, con un abanico mucho más reducido de variedades. En cuanto a las variedades de uva blancas, corresponden a un tercio de la superficie del viñedo francés. 

Regiones destacadas de vinos blancos

El norte francés, en especial Borgoña, Loire y Alsacia, se caracterizan por la producción de vinos blancos secos y monovarietales de gran calidad, debido a que sus condiciones climáticas más frescas son mucho más favorables al cultivo de variedades blancas que en otras zonas ubicadas más al sur, como el Sudoeste, el Valle del Ródano, Languedoc Roussillon y Provenza. Otra región que destaca por la elaboración de vinos blancos exclusivos es Burdeos

Uvas blancas destacadas de Francia 

La variedad Ugni Blanc, que en Italia es conocida como Trebbiano Toscano, es originaria de ese país, a pesar de ser la uva más plantada en Francia. El resto de las uvas blancas destacadas sí que son autóctonas, como la mítica y conocida mundialmente Chardonnay, responsable de algunos de los mejores vinos blancos secos y también espumosos. 

Se trata de la variedad emblemática de Borgoña, aunque su gran adaptabilidad le permite crecer en muchas otras regiones muy distintas entre sí, como Languedoc o el Jura, excepto por Burdeos, donde está directamente prohibida su producción. En cuanto al Jura, su variedad estrella es la originaria de allí, Savagnin.

Otra variedad muy extendida en el territorio francés es la Sauvignon Blanc, principalmente en Burdeos y en la región del Loire. En esta última, otras de las variedades más utilizadas para la elaboración de vinos blancos son la Muscadet y la Chenin Blanc, la cual sirve no sólo para vinos blancos secos, sino también dulces y espumantes. 

Si nos acercamos a la frontera entre Francia y Alemania, en Alsacia, la variedad blanca predominante es la Riesling, la cual nos ofrece vinos mucho más secos, ligeros y crujientes. Por otro lado, si miramos la región del Sudoeste, donde podemos encontrar un gran volumen de producción de vinos blancos, destacan dos variedades, Gros Manseng y Petit Manseng.

Finalmente, en la región del Valle del Ródano, nos encontramos con las variedades Viognier, Marsanne y Roussanne en el norte, y con la Garnacha Blanca como la principal de la parte sur. 

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