Los mejores vinos volcánicos. Lanzarote & Rofe como bodega pionera

Los vinos volcánicos son exclusivos y muy valorados, debido a su gran calidad, ya que las uvas son cultivadas sobre suelos muy minerales. Estos vinos se producen en zonas muy específicas del mundo y se diferencian considerablemente de los vinos producidos en otras regiones.

Una de las principales características de estos vinos, radica en que los suelos donde son cultivadas las vides, tienen alto contenido de oxígeno, son muy ricos en micronutrientes, además de que la erosión, así como la acción de bacterias, hongos y otros microorganismos, les aportan gran cantidad de nutrientes.

Otro aspecto relevante es que estos suelos son inhóspitos para la Filoxera, por lo que los viñedos no se ven afectados por esta plaga que perjudica las cepas.

Por otra parte, las rocas y los suelos volcánicos tienen un alto porcentaje de porosidad, por lo que retienen mejor el agua y las uvas aprovechan mejor los minerales del suelo.

Por ejemplo en la costa de Sicilia en Italia, existe uno de los volcanes más imponentes de toda Europa, se trata del volcán Etna. En esta zona se practica la viticultura orgánica, y se producen algunos de los mejores vinos volcánicos.

En Tokaj, en Hungría, se produce lo que en algunos tiempos fueron conocidos como los vinos de reyes, y aquí existen bodegas de vinos que están excavadas en roca volcánica.

De igual forma, en las Islas Canarias, en España, también se produce vino volcánico, gracias a que en esta zona existen suelos cubiertos de capas de lapilli volcánico, por la erupción del volcán Timanfaya que se produjo entre los años 1730 y 1736. De hecho, aún quedan cepas de viñedos viejos que están cubiertos por ceniza volcánica.

Lanzarote, el paraíso de los vinos volcánicos

Lanzarote es una isla perteneciente al archipiélago de las Islas Canarias. Tiene un clima subdesértico debido a su ubicación, la cual se encuentra muy cercana al continente africano, desde donde cada cierto tiempo llegan vientos cálidos del Sáhara. Las precipitaciones son escasas y las temperaturas altas, aunque el océano Atlántico ejerce un efecto termorregulador. 

El suelo de Lanzarote es volcánico. Mientras que en el centro de la isla el grosor de la capa volcánica puede llegar a los dos metros de profundidad, en el norte no superan los 30 centímetros. La ceniza volcánica funciona como una esponja que permite retener la humedad del océano, la cual se condensa gracias a la acción de los vientos alisios. Esto beneficia enormemente a los cultivos.

La Denominación de Origen (D.O.) de Lanzarote, fue creada en el año de 1993 y ocupa toda la superficie de la isla, mientras que la superficie total de cultivo cubre unas 1.900 hectáreas.

Los vinos elaborados en Lanzarote, son reconocidos a nivel mundial ya que se diferencian de todos los demás vinos, por su sabor, cuerpo, mineralidad y hasta por su aroma. 

Además, en esta isla existe una ruta de vinos reconocida a nivel mundial. El turismo de vinos ha despertado el interés de locales y de visitantes, quiénes quieren conocer las características de los mejores vinos de la zona, los cuales son conocidos también como los mejores vinos del mundo.

En esta ruta de vino se pueden recorrer varias bodegas de la zona, siendo una de las más importantes la bodega Puro Rofe, de la cual hablaremos más adelante.

Los retos de la viticultura en Lanzarote

En Lanzarote se presentan enormes retos para los viticultores. Se tienen que excavar hoyos profundos en un suelo cubierto totalmente por ceniza volcánica, surgida tras las erupciones que cubrieron casi un tercio de la isla en los años 1730 y 1736, y deben excavar todo lo que sea necesario hasta tocar tierra vegetal.

De esta forma se protegen las cepas del viento, se aprovecha la humedad y se evita la evaporación. Además, se construyen muros de piedra semicirculares que protegen las vides de los potentes vientos alisios.

Otro tipo de cultivo que es tradicional en Lanzarote por sus condiciones, es el chaboco. El recorrido de la lava produjo grietas en la zona, y en estas grietas, los viticultores plantaron variedades de uvas como la moscatel de Alejandría. Estas viñas centenarias fueron cavadas a mano. Aunque hay que reconocer que el rendimiento por cepa es escaso, las pocas cepas que logran prosperar son de muy alta calidad. 

En la isla se cultivan diversas variedades de uvas, siendo las principales la malvasía volcánica, que es diferente a la de las islas de La Palma o Tenerife, la listán negra, listán blanca, moscatel y Diego o vijariego. Con esta diversidad de uvas se pueden obtener vinos blancos, rosados y tintos; vinos espumosos secos, dulces y semi dulces.

Bodega Puro Rofe

La Bodega Puro Rofe elabora alguno de los mejores vinos volcánicos, los cuales han sido reconocidos nacional e internacionalmente; de hecho uno de los críticos de vino más influyentes en todo el mundo escribió una valoración positiva sobre esta bodega, lo que la hizo más popular.

Esta bodega fue fundada en el año 2017. La misma surgió por un acuerdo entre viticultores de la zona y viticultores forasteros, algunos de ellos son Vicente Torres, Ascensión Robaina y Pedro Umpierrez. También forman parte Rayco Fernández, Dirk Niepoort, Raúl Pérez y Carmelo Peña, siendo Vicente Torres el que invitó a los demás viticultores a formar parte de este proyecto. Él aprendió del cuidado de los viñedos de su suegro César Rodríguez Cabrera.

Volviendo a lo tradicional

En esta bodega se practica la producción vinícola natural y orgánica, respetando el ambiente y usando métodos tradicionales y artesanales con la mínima intervención, evitando el uso de productos químicos dañinos. 

Aunque este tipo de agricultura es mucho más difícil y agotadora, permite que se puedan obtener las mejores uvas y por ende, con ellas se puedan elaborar vinos de excelente calidad. Además, es ecológica y sostenible.

Es importante tener en cuenta que los creadores de este proyecto tratan de cultivar las cepas por zonas, y que en cada zona las características del terreno y las climatológicas son muy diferentes, esto implica que las características propias de cada uva y por ende de los vinos pueden ser muy distintas.

En este sentido, los viñedos se encuentran cultivados en zonas como La Geria, Masdache, Montaña La Vieja y Tisalaya, lo que como ya explicamos, se debe a que se consideran las características de cada uva y las condiciones que necesitan para desarrollarse mejor. 

La vendimia se efectúa de forma manual cuando las uvas alcanzan un punto óptimo de madurez, y se seleccionan únicamente las uvas de mayor calidad. Las uvas son pisadas antes del prensado. Después se produce la fermentación espontánea con levaduras autóctonas, y los vinos son criados en barricas o en depósitos de acero inoxidable.

El primer vino elaborado en esta bodega, fue un vino blanco elaborado con malvasía volcánica, el cual fue vendido únicamente a Estados Unidos.

A pesar de su corto tiempo en funcionamiento, esta bodega ya se ha posicionado y consolidado en el mercado nacional e internacional, convirtiéndose en una referencia en la producción de vinos volcánicos.

Puro Rofe Blanco 2021

Este vino blanco es elaborado por la bodega Puro Rofe con cepas de las variedades Malvasía, Listán Blanco y Vijariego Blanco, las cuales son plantadas en hoyos de unos tres metros de profundidad. La crianza dura unos ocho meses en depósitos de acero inoxidable.

El vino Rofe Blanco destaca por tener un sabor afrutado, con una acidez equilibrada y notas herbales así como de frutas blancas. Es un vino muy mineral, ligero y fresco, bastante elegante, perfecto para maridar con pescados, mariscos y ensaladas.

Puro Rofe Mentidero 2021

El vino volcánico Puro Rofe Mentidero, es criado en parte en barricas de roble envejecido y otra parte en depósitos de acero inoxidable. Luego se embotella sin filtrar ni estabilizar.

Es un vino fresco con sabor afrutado y toques salinos, que acompaña perfectamente las carnes y quesos blancos.

Puro Rofe Masdache 2021

El vino blanco Puro Rofe Masdache se elabora con tres variedades de cepas autóctonas de Lanzarote, tales como Malvasía volcánica, Vijariego Blanco y Listán Blanco.

Es un vino criado durante siete meses en depósitos de acero inoxidable, que tiene una marcada mineralidad, toque salino y sabor frutal con aroma a frutas blancas. Es bastante recomendado para acompañar con pescado blanco y mariscos.

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