¿Qué significa que un vino blanco sea aromático y fragante?

Muchos hemos escuchado hablar de vinos blancos que se caracterizan por ser aromáticos y fragantes. Pero, ¿qué queremos decir exactamente con esto? Aquí te explicamos qué es lo que se entiende por esta caracterización de los vinos, para que puedas sentirte como un auténtico sommelier.



 

¿Cómo es un vino aromático y fragante?

Los blancos aromáticos y fragantes son vinos que por el carácter de la variedad se expresan altamente perfumados, envolventes, redondos en boca y con una cierta textura, aunque no son dulces. 

Son vinos con un embriagador aroma a frutas tropicales, cítricos naranjas y fruta de hueso blanco, y con una boca glicérica y densa que recuerda a un jardín de flores y frutas amarillas.

 

 

¿Qué variedades pueden ofrecernos este tipo de vinos?

Moscatel, Verdejo, Albariño, Riesling, Gewürztraminer, Viognier y Chenin Blanc son variedades muy terpénicas y altamente aromáticas. En bodega, con el empleo de enzimas y levaduras comerciales se puede conseguir que éstos se expresen todavía con mayor intensidad. 

Por lo general, éstos huyen de vinificaciones donde intervenga el uso de la madera si lo que se pretende es conservar el carácter perfumado de la variedad.

 

 

¿En qué ocasiones los vinos aromáticos y fragantes pueden ser ideales?

 

Los vinos aromáticos y fragantes suelen ser ideales para beber en un aperitivo primaveral, a una temperatura que se encuentre entre unos 8 o 10 grados. 

Se trata de vinos que se pueden combinar perfectamente con comida asiática picante, con quesos poco curados de pasta blanda, con arroces marineros secos y caldosos, con pescados blancos y azules que sean grasos, aves de corral y foie gras.

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