Guía de maridaje para la comida mexicana

Maridar vino con comida mexicana puede parecer una tarea un poco intimidante. Sin embargo, al igual que con cualquier otro maridaje, los ingredientes pueden brindarnos las pistas suficientes para descifrar el vino más adecuado para nuestro plato. 

La cocina tradicional mexicana se compone de ingredientes básicos como el maíz, los frijoles, los chiles y las especias, y cada uno de ellos nos permitirá pensar el vino ideal para acompañarlos.

Tipo de vino según cada ingrediente

Por ejemplo, los frijoles, los tomates, la cebolla y el ajo, muy comunes en platos mexicanos, se llevan mejor con los vinos tintos de cuerpo medio, mientras que los chiles pueden ir bien no solo con tintos de cuerpo medio sino también con rosados. Lo mismo sucede con especias como el orégano o el tomillo. 

Por otro lado, otros ingredientes como el cilantro o el aguacate van mejor con vinos blancos ligeros, mientras que la canela, la vainilla, el comino y el clavo pueden ir bien tanto con vinos espumosos, blancos con cuerpo, o tintos y rosados con medio cuerpo. 

Por su parte, el maíz es un ingrediente más neutro, por lo que conviene prestar más atención a otros ingredientes a la hora de escoger el tipo de vino.

 

Plato a plato

A veces es complicado pensar las combinaciones en función de los ingredientes predominantes, sobre todo cuando no tenemos muy en claro qué lleva cada plato. Vamos con algunos ejemplos de platos concretos, que puedes encontrar en cualquier menú de comida mexicana. 

 

Quesadilla

La quesadilla es una suerte de tortilla de maíz o harina rellena de queso, guacamole, salsa, cebolla y a veces pollo. En este caso, para cortar con la pesadez del queso y complementarse bien con los demás ingredientes, nos vendrá bien un vino con alta acidez y mineralidad, tipo Riesling o Chardonnay.

 

Fajitas 

Las fajitas suelen llevar carne (aunque también podemos encontrarlas de pollo), pimientos, y cebolla, todo dentro de tortillas de harina. 

En este caso, el complemento ideal será un tinto de cuerpo medio bien afrutado, que pueda ir bien con los sabores potentes de este plato y que, por su alto contenido de taninos, pueda cortar el picante. Un Mencía o un Tempranillo podrán cumplir con esta función a la perfección.

 

Tacos 

Si de street-food mexicana se trata, los tacos son un emblema. Tortilla de maíz, carne de cerdo con chiles, especias, cebolla, cilantro… un rosado con cuerpo es el candidato ideal para complementarse con los sabores sin que se desborden.

 

Chili con carne

Carne con frijoles y chiles, tomates, cebolla y comino. Esta suerte de guiso merece vinos que sepan complementar sus sabores picantes. Una propuesta: un vino tinto de cuerpo medio de Bordeaux.

 

Guacamole

El guacamole es un clásico dip mexicano elaborado a partir de aguacate triturado, cebolla, tomate, cilantro y jugo de limón. Ideal para un vino de alta acidez que contraste con la grasa del aguacate y a la vez haga destacar las notas cítricas como, por ejemplo, un Sauvignon Blanc

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