Consejos para lograr el maridaje ideal

Encontrar el maridaje ideal no es una tarea sencilla. Sin embargo, es fundamental saber qué emparejamientos pueden funcionar mejor, para que el plato que elijas pueda complementarse y potenciar el sabor de tu vino. Nuestro sommelier experto Claudio Comella tiene bajo la manga algunos consejos y recomendaciones sencillas que pueden ayudarte a tomar la mejor decisión. 

1. Emparejamiento por color

Un consejo que puede servirte para elegir la combinación perfecta es buscar un vino que tenga un color similar al que tiene el ingrediente principal de tu plato. Así, por ejemplo, un salmón puede ir muy bien con vinos finos, como los orange wines. 

2. Alejarse de los mitos

No hay que dejarse guiar por la idea de que el vino tinto debe ir de manera obligada con carne y que, por su parte, el vino blanco solo puede combinarse con pescado. Un ejemplo: un Riesling, un vino blanco alemán de la zona de Alsacia que se suele comer con cerdo o jabalí de caza.  

3. Maridaje por afinidad

Una buena estrategia para elegir tu combinación de plato de comida y vino puede ser el de maridaje por afinidad, es decir, aquellos en los que los sabores no se molesten. Siguiendo este idea, si tenemos un plato muy fino como, por ejemplo, sushi, un vino ideal sería uno delicado, discreto y sutil, con poco grado alcohólico y taninos, sin maceración de pieles y una acidez muy contenida. Por el contrario, los platos más fuertes nos van a pedir una mayor contundencia y potencia de sabor, más madera y taninos. 

 

4. Maridaje por contraste

En un maridaje por contraste, lo que buscamos es que los sabores del vino y la comida se compensen. Así, por ejemplo, si tenemos un queso de pasta dura muy salada, se puede buscar un vino para contrarrestar la sal. En ese caso, podría ir muy bien un vino semiseco como un Kabinett que a la vez tiene un punto de acidez, con lo cual también aporta un dinamismo en boca, que hace que todas las sensaciones sean mucho más ágiles en el paladar.

 

5. Maridaje regional

El maridaje regional también puede servirnos como estrategia. Un buen ejemplo de ello es un queso de leche cruda no pasteurizada de la región tradicional francesa del Loire, que puede ir muy bien con un vino blanco Sauvignon Blanc de la misma zona. 




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