Descubre los diferentes colores del vino

No hay dos vinos iguales, y no cabe duda alguna que el color es uno de los aspectos más determinantes para diferenciar un vino de otro. Existen diferentes colores del vino, muchos más de los que nos podemos imaginar. Las principales características del color que nos podemos encontrar son la luminosidad, la saturación y el tono

Luminosidad y saturación hacen referencia a la capacidad que tiene un color de poder reflejar la luz, así como a su concentración. Mientras que, por otro lado, el tono viene determinado por la propia naturaleza del color en sí mismo. Entonces, cuando se habla del color del vino, de lo que realmente se está hablando es de su tonalidad.

¿Cuáles son los diferentes colores del vino?

Si bien es cierto que podemos encontrarnos con múltiples tonalidades, con múltiples colores, merece la pena detenerse a hablar de aquellos que resultan más habituales de encontrar. Conozcamos los diferentes colores del vino que nos podemos encontrar:

Vinos tintos 

En el caso de los vinos tintos, nos podemos encontrar con las siguientes tonalidades: 

  • Violáceos y azulados: Suele ser común de los vinos tintos más jóvenes y poco madurados. Son vinos frescos, con poco cuerpo y buena acidez.
  • Granate: Suele ser el color que se puede encontrar en los vinos tintos al comienzo de su evolución. Es decir, es común en cierto grado de crianza (nunca más de 3 años)
  • Rojo: Son vinos que presentan un color brillante y bastante intenso. Tienen un poco más de cuerpo que los dos tipos anteriormente mencionados.
  • Caoba: Son vinos con tiempos de crianza bastante largos. El cuerpo del vino se suele intensificar, además de terminar perdiendo tanto frescura como acidez.
  • Teja: Normalmente, esta tonalidad es la que presentan los vinos más viejos. Sus tiempos de crianza son tan elevados que los vinos terminan perdiendo intensidad de color, opacidad y brillo.

Vinos blancos

En el supuesto de que hablemos de vinos blancos, podemos encontrar los siguientes colores:

  • Pajizo verdoso: Se trata de una tonalidad similar al amarillo pálido con reflejos verdosos. Suele ser un color habitual en los vinos jóvenes, vinos que se caracterizan por ser ácidos y frescos. 
  • Pajizo: Cuentan con un tiempo de maduración aún más bajo que el anterior.  Destacar que son vinos con un color pálido propio de blancos secos jóvenes.
  • Dorado: Otro de los colores del vino blanco que nos podemos encontrar es el amarillo dorado brillante, muy común en vinos jóvenes. Esta tonalidad se comienza a percibir tras cierto tiempo de maduración. Es muy común en vinos dulces.
  • Oro cobrizo: Es habitual en vinos blancos que tienen bastante tiempo de maduración. Es común que estos vinos terminen presentando aromas a madera, a vainilla, etc. Es una tonalidad se encuentra en blancos secos y blancos dulces. 
  • Ocre: De todas las tonalidades para los vinos blancos es, sin lugar a dudas, el color más oscuro y apagado de todos. Suele estar presente en aquellos vinos con un mayor tiempo de crianza, así como en vinos dulces. 

Conociendo los diferentes colores del vino podrás conocer muchos detalles del vino que estás consumiendo en cada momento. ¡A tu salud!

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