Conoce los mejores métodos alternativos de envejecimiento de vinos

No hay nada como disfrutar de una buena copa de vino, bien sea para acompañar la comida, disfrutar de una velada con amigos o simplemente pasar un rato agradable. Pero, ¿conoces por qué el vino tiene ese delicioso sabor?

El proceso de envejecimiento del vino es largo y complejo, pues usualmente es llevado a cabo en dos fases: la primera, la fase oxidativa o añejamiento, que se realiza en barricas, y la segunda, denominada como la fase reductora, que se realiza en botellas. Este proceso no es otra cosa que el tiempo destinado a la fermentación de la uva, desde que es procesada, hasta que la disfrutamos en nuestra copa en forma de vino. De acuerdo al tiempo que han ido envejeciendo, se clasifican en: Joven, Crianza, Reserva o Gran Reserva. 

¿Conoces qué son las barricas? 

Las barricas son toneles hechos de madera elaborados con roble americano, francés o español, acacia, pico o cereza. Estos barriles, también conocidos como Fedres, son muy importantes en el proceso de elaboración del vino. 

Y es que cuando el licor entra en contacto con la madera de estas barricas, absorbe taninos, aromas y sabores que se van uniendo poco a poco para desarrollar ese toque característico de esta deliciosa bebida. 

El tiempo de envejecimiento en los toneles varía entre 6 meses para vinos blancos y rosados, y hasta 18 meses para los vinos tintos.

¿Cómo influye la botella en el proceso de elaboración del vino?

Después de su maduración, el vino pasa a botellas para ser almacenado y luego distribuido para su comercialización. Los envases suelen ser de vidrio y por lo general, contienen un volumen de 750 ml. Para cerrarlas, se utiliza el tapón característico de corcho. 

Posterior al proceso de envasado, el vino reposa en almacenes subterráneos con las condiciones aptas de maduración, garantizando la estabilidad de la temperatura y ausencia de corrientes de aire. 

Las botellas son colocadas horizontalmente, dispuestas de tal manera tal, que el líquido esté en contacto con el corcho para evitar que éste último se seque por el aire que se encuentra dentro del envase. El proceso en estos depósitos puede alargarse desde los 18 hasta los 32 meses.  

Clasificación de los vinos según el tiempo de envejecimiento

Como indicamos anteriormente, los vinos pueden clasificarse de la siguiente manera:

  • Jóvenes, que son aquellos que no han pasado por barricas, o en caso de haberlo hecho el tiempo fue inferior a los dos años.
  • Crianza. Son aquellos vinos tintos que han sido envejecidos por aproximadamente 24 meses, y donde al menos 6 de estos meses transcurrieron en barricas de madera.  Para los vinos blancos o rosados, el tiempo de envejecimiento es menor, pues por lo general es de un año de almacenamiento, y la mitad de este tiempo fue almacenado en madera. 
  • Reserva. Son los vinos que se han hecho madurar por al menos 3 años, dos de los cuales transcurrieron envasados en botella. Además, estuvieron en barricas durante al menos 18 meses. Son comercializados a partir del tercer año. 
  • Los vinos Gran Reserva necesitan un tiempo mínimo de almacenamiento en bodega de 5 años, y al menos 17 meses en barricas de roble. 

Nuevas alternativas de envejecimiento

Actualmente en el sector vinícola se están aplicando adaptaciones a los nuevos tiempos. Ya sea por ahorro de tiempo, de esfuerzo, materiales o simplemente por innovación, un número de vinicultores están empezando a cambiar su método y empezando a innovar.

Algunos de estos cambios parecen un poco extraños, pero se dice que tienen buenos resultados.

Meteorito

En Inglaterra, un profesional de la viticultura creó un vino del tipo Cabernet Sauvignon llamado “Meteorito”. El vino estuvo guardado en una barrica junto a un pedazo de meteorito de 4.5 millones de años de edad, procedente de Marte. Se asegura que el vino tiene un sabor “más vivo e intenso”

Barriles de hormigón o concreto

Otros fabricantes optan por el envejecimiento en barriles de hormigón o concreto de forma oval. Según ellos, con este material se extraen mejor las sustancias aromáticas de la fruta para producir vinos más suaves y elegantes.

Envejecimientos en ánforas 

Esta no es una técnica nueva, ya que los antiguos viticultores utilizaban ánforas para el traslado y almacenamiento de diversos productos, entre ellos el vino. Con el uso de estos jarrones, se quiere obtener un vino con un efecto aromático más neutro que el obtenido con el roble.

Arrastre en el mar

Una marca noruega, después de envasar el licor en barriles, los lanza al mar para ser arrastrados por barcos, desde Noruega hasta Australia y luego de vuelta, con el fin de generar un movimiento constante del líquido y que, además, el paso por el ecuador, la humedad y la temperatura del océano a la que están expuestos, se consiga más sabor en menos tiempo. 

Adición de trozos de madera al vino 

Con este método se pretende obtener el olor y sabor de los vinos envejecidos en barricas, en un periodo menor de tiempo. 

Botellas de roble

Un empresario canadiense opta por embotellar el vino, directamente en botellas de roble, con el fin de acelerar los efectos del envejecimiento tradicional. El proceso se lleva a cabo por un par de días, dependiendo de la intensidad deseada. También puede aplicarse a otros licores destilados como tequila, whisky, cognac, vodka y ginebra.

Maduración por calor 

Se utilizan dos métodos principales, uno denominado como Canteiro, que consiste en dejar el vino en estantes a altas temperaturas y el segundo método, es el de la estufa, donde el vino es colocado en contenedores de metal inoxidable. En estas dos técnicas de envejecimiento, el vino es expuesto a altas temperaturas.  

Tesoro bajo el mar 

Esta no es una técnica como tal, pero se obtuvieron buenos resultados al hacerla. Y es que hace algún tiempo, al encontrarse varias botellas de champán en un naufragio bajo el mar Báltico, se determinó que muchas de sus características se habían preservado gracias a las condiciones de envejecimiento del fondo frío y oscuro del mar. 

Envejecimiento bajo el agua

Ya existen muchas bodegas submarinas para obtener buenos vinos, aunque son distintos a los envejecidos en tierra. 

A la intemperie

En ocasiones, los vinos se dejan madurar a la intemperie. Esta técnica es conocida como “Sol y Arena”.

En definitiva, el proceso de elaboración y maduración del vino hace que este producto sea muy apreciado a nivel mundial e incluso, sus usos van más allá del consumo como bebida, pues también es incluido en la elaboración de comidas y postres, para fines religiosos, medicinales y hasta como complemento en la preparación de otras bebidas.  

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