¿Cómo saber si un vino está oxidado?

Un vino oxidado es la peor pesadilla para cualquier amante del mismo. Los vinos se oxidan por diversos factores, pero lo que es cierto, es que su sabor, apariencia, aroma, textura y brillantez, se ven afectados de manera considerable.

¿Quieres saber cuándo un vino está oxidado? Pues sigue leyendo, porque en las próximas líneas te diremos todo lo que necesitas saber sobre este tema.

¿Cuál es la definición de la oxidación del vino?

Debes saber que el proceso de oxidación en los vinos siempre iniciará con una sobre exposición del producto al oxígeno. Esto pasa cuando las botellas no han sido bien selladas, el vino ya ha sido destapado, al menos un día antes, o ha pasado mucho tiempo en la copa.

Todo esto hará que el oxígeno altere los diversos componentes químicos, como lo son los polifenoles y empiece a generar reacciones en el vino. Esto va a provocar un cambio de matices, sabores, colores y aromas que hará de esta deliciosa bebida, una sustancia poco apetecible.

En pocas palabras, la oxidación, se puede definir como un proceso de descomposición precoz del vino. La cual provocará cambios no deseados en este producto.

¿Cuáles son las etapas de la oxidación del vino?

Este proceso no ocurre de manera inmediata, como muchos pensarán. El mismo se divide en etapas que progresivamente van afectando el vino. Estas son las siguientes:

  1. El vino entra en contacto con una cantidad inmoderada de oxígeno.
  2. Cuando esto ocurre, el oxígeno va alterando de manera progresiva sus sustancias químicas.
  3. La reacción provoca un cambio en el sabor del vino.
  4. Luego se altera su olor.
  5. Posteriormente su consistencia.
  6. Y por último, va adoptando un tono marrón que se convierte en un fuerte indicador de descomposición.

Esto puede variar según el tipo de vino, pero en su mayoría el proceso de oxidación se lleva a cabo de esta forma.

Entonces, ¿el oxígeno es perjudicial para el vino?

Esta respuesta es algo contradictoria, puesto que, en sí, el oxígeno es necesario para el proceso de maduración de la sustancia. Pero, la forma de incorporarlo a la misma se hace de manera controlada mediante el uso del corcho.

Es un proceso que permite una mayor acentuación de sabores y aromas. Sin embargo, cuando el oxígeno entra de manera directa al vino, esta sucesión se realiza de manera drástica y lo que provocará es una oxidación prematura del vino.

¿Cómo se evita la oxidación del vino?

Sencillo, mediante un proceso de embotellado eficiente y correcto. ¿A qué nos referimos con esto? Simple, a la hora de embotellar el vino, la bodega o fábrica encargada, debe asegurarse de sellar de modo correcto el producto con el empleo del corcho.

Un mal posicionamiento de este, puede comprometer por completo el contenido del envase. No obstante, si se coloca con demasiada presión, el producto tampoco podrá seguir con su proceso de maduración en botella.

Todo va a depender de cómo la compañía haga su trabajo desde un inicio. Sin embargo, también se debe ser cuidadoso con la manipulación posterior de la botella. Y, tener en cuenta que, una vez destapado el envase, se deberá consumir la totalidad del contenido lo antes posible.

¿Qué tipo de vinos son más vulnerables a la oxidación?

¡Es una pregunta muy importante! Ya que los vinos que más tienden a oxidarse son los considerados de “guarda”, o mejor dicho, aquellos que se almacenan durante un largo periodo de tiempo.

Por lo general, tienen a ser vinos del tipo de crianza, reserva o gran reserva. Que, tanto en su proceso de maduración, como luego de su distribución, se ven obligados a permanecer meses y hasta años en su botella.

No obstante, vinos jóvenes también se pueden ver perjudicados por una oxidación prematura o severa de su contenido. Puesto que, como te lo mencionamos en líneas anteriores, todo va a depender del estado del corcho y la cantidad de oxígeno a la que se vean expuestos, ¡y estos no son la excepción!

¿Cómo se puede determinar cuando un vino está oxidado?

Ciertamente, son muchas las pistas que podemos seguir para saber si un vino está oxidado o no. Las más comunes que se pueden percibir a simple vista, son las que te mencionaremos a continuación:

Evalúa el estado del corcho

El corcho es el principal responsable de la regulación de la entrada de oxígeno en la botella. Antes de comprar un vino, debes evaluar en qué estado se encuentra este tapón, ya que el mismo debe estar perfectamente incrustado y con una mancha leve de vino en su borde inferior.

Si notas que el corcho sobresale más de lo normal, es un fuerte indicio de que algo puede ir mal en el producto. ¡Así que no compres esa botella!

Otro indicador será que el corcho esté empapado en su totalidad o casi completamente de vino, esto no debe pasar bajo ninguna circunstancia. Y, si ocurre, significa que el mismo no aisló el contenido lo suficiente como para evitar filtraciones.

El contenido se encuentra por debajo de los hombros de la botella

Un vino normal deberá siempre estar en los hombros de la botella o ligeramente por encima de la misma. 

Sin embargo, cuando el vino se encuentra por debajo de este nivel, quiere decir que ha estado en contacto con una cantidad incorrecta de oxígeno, lo cual ha producido una evaporación de la sustancia. ¡Debes tener cuidado con esto antes de comprar una botella de vino!

El vino cuenta con un color café marcado o parcial

Todos sabemos que los vinos, sin importar el tipo o color, deben tener una tonalidad brillante y llena de vida. No obstante, los vinos en proceso de oxidación pierden esta vitalidad en su pigmento, lo cual vuelve la sustancia de una tonalidad opaca y con un tono marrón leve.

En otro sentido, aquellos que ya están completamente oxidados, se verán turbios o completamente marrones. Será muy fácil identificar esto una vez esté servido en la copa. Por lo que, observar el vino antes de beberlo, será vital.

Perderá su delicioso aroma frutal

Vale, primero debes saber que no todos los vinos tienen un aroma floral, frutal o a diversas esencias, así que no debes descartarlos a la primera. 

Por otra parte, los vinos oxidados, siempre van a tener un olor totalmente desagradable. Tendiendo siempre a oler a vinagre, perro mojado, moho, papel de periódico mojado y otros olores que no serán en absoluto apetecibles. 

Ausencia de sabor al degustar

No es normal que un vino no tenga sabor en absoluto. Por eso, si al beber un pequeño sorbo no percibes ningún tipo de sabor, ¡deja la copa de inmediato! Porque el vino está descompuesto.

Ciertamente, son muchas las cosas que pueden determinar que un vino no se encuentra en buen estado o está oxidado. A la hora de hacer una evaluación, ten en cuenta estas pistas y obtendrás una respuesta certera. 

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