Cómo elegir un buen vino rosado

Cada vez son más los que optan por el vino rosado como su opción predilecta para el verano. Frescos, ligeros y vibrantes, son siempre una gran elección para disfrutar con calor. Sin embargo, no siempre es fácil saber cómo escoger un buen vino rosado. Aquí te ofrecemos algunos consejos a tener en cuenta a la hora de elegir. 

 

1. Observa el color

Un vino rosado puede tener un color desde más claro a más oscuro, entre el rosa pálido y el rojizo o violáceo. Como primera aproximación a un vino rosado, siempre es bueno mirar el color, ya que nos brindará información importante sobre los sabores y aromas que podemos esperar ese vino.

Mientras que un color más claro y pálido, tirando a transparente, indica notas frutales y cítricas, las tonalidades más oscuras, de un rosado intenso, suelen denotar fresas y frutos rojos.

El color está determinado por el tiempo de maceración del mosto con los hollejos de la uva, lo cual nos puede servir como un indicador de la cantidad de taninos y, por tanto, de la complejidad del vino. 

También depende del tipo de uva utilizado para su elaboración. Mientras que los vinos rosados elaborados a partir de Syrah y Bobal suelen tener un color más potente, los que están hechos con Tempranillo o Garnacha suelen ser más ligeros. La variedad de uva es un dato importante a tomar en consideración, ya que puede darnos características de sabor y aroma.

 

2. Presta atención a la añada

No es verdad que todo vino mejora con el tiempo. Por el contrario, esto es algo que depende de cada vino. Hay vinos que tienen una gran proyección de envejecimiento, mientras que otros están pensados para consumirse en un tiempo relativamente corto.

En el caso de los vinos rosados, a no ser que se trate de un vino rosado con crianza, que es una rareza gastronómica, la regla general es “cuanto antes, mejor”. Esto significa que se recomienda consumirlos antes de que pasen dos años de su cosecha.

Esto se debe a que las uvas rosadas se seleccionan por su frescura, se cosechan pronto y se fermentan a temperaturas bajas, lo cual permite obtener un producto final sabroso y fresco. A menudo, cuando envejecen su sabor tiende a aplanarse.

 

3. Mira la cantidad de alcohol

Para que un vino rosado tenga esa ligereza característica debe tener -en términos generales- una graduación alcohólica que no supere los 13 grados. Esto no quiere decir que aquellos vinos rosados que tengan un volumen superior no sean buenos, sino que no tendrán esa frescura que solemos buscar en un vino rosado.

La cantidad de alcohol también puede servir como indicador de cuan dulce o seco es tu vino rosado, aunque muchas veces la propia etiqueta nos puede facilitar esta información. 

 

4. Fíjate dónde fue elaborado

Aunque la procedencia del vino no tiene por qué ser un indicador excluyente, sí que a veces nos puede servir de guía para saber por dónde empezar. Si tienes que probar un vino rosado por primera vez o vas un poco perdido, hay algunas regiones que suelen ser una apuesta asegurada, como Provenza (Italia), California, Burdeos (Francia) o el norte de España.

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