4 rasgos de los vinos que envejecen bien

La duración que puede tener un vino no es una ciencia exacta. Sin embargo, hay cuatro rasgos que nos pueden ayudar a determinar qué vinos reúnen las condiciones para envejecer bien. Estos son: Alta acidez, estructura de los taninos, bajo nivel de alcohol y azúcar residual

1. Alta Acidez

Los vinos con mayor acidez tienden a durar más tiempo. A medida que un vino envejece pierde lentamente sus ácidos y se aplana. De esta manera, un vino que cuenta con una mayor acidez tendrá un recorrido más largo en su proceso de envejecimiento

2. Estructura de los taninos

Los vinos tintos con taninos más altos tienden a envejecer mejor que los vinos tintos con taninos más bajos. Los taninos provienen ya sea del contacto con las pepitas y los hollejos de las uvas durante la elaboración del vino, como también del contacto con madera cuando envejecen en barricas de roble

Un vino con taninos que tienen un buen equilibrio entre el tanino que absorbe de la uva y el que proviene de la madera, tenderá a suavizarse lentamente con el tiempo, a medida que los taninos se descompongan. A pesar de que los taninos pueden ayudar a que un vino envejezca bien, si el vino no está bien equilibrado al principio, no va a mejorar con el tiempo. 

En cuanto a los vinos blancos de larga vida, no necesitan de los taninos para poder envejecer bien. 

3. Bajo nivel de alcohol

Como regla general, cuanto más bajo sea el nivel de alcohol en un vino no fortificado -es decir, en la mayoría de vinos tintos y blancos secos-, más tiempo durará. Esto se debe a que el alcohol es volátil en los vinos no fortificados y hace que el vino se convierta en vinagre más rápidamente. 

¿A qué nos referimos con un bajo nivel de alcohol? Cuando vayas a comprar tu vino, comprueba que tenga un contenido alcohólico inferior al 13,5%. Como decíamos al principio, los vinos fortificados son la gran excepción a esta regla, ya que son de los más longevos y tienen un porcentaje de entre el 17 y el 20%.  

4. Azúcar residual

Este componente de un vino se suele pasar totalmente por alto, debido a la popularidad de los vinos secos de crianza. Sin embargo, lo cierto es que los vinos más longevos tienden a ser vinos dulces, incluyendo el Oporto, el Jerez, el Sauternes y el Riesling.



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