Tradición y artesanía, la hoja de ruta de la bodega López de Heredia

Un monumento vivo a la tradición y la artesanía, las Bodegas López de Heredia abren sus puertas a Gourmet Hunters, para revelar su fórmula de alta calidad, con más de 143 años de recorrido. La familia López de Heredia lleva más de cuatro generaciones escapándole a las modas y defendiendo el mismo estilo tradicional, muy cuidado y escrupuloso en todas las etapas de producción de sus vinos, que diseñó su bisabuelo en 1877. En esta oportunidad, Germán Barreiro, del Departamento Comercial de la bodega, responde a todas nuestras preguntas y nos invita a la reflexión: “Cuando algo está bien hecho, ¿para qué cambiarlo?”, apunta.
 
¿Qué atributos definen a las Bodegas López de Heredia?

En nuestra bodega, el amor por la elaboración de nuestros vinos se ha ido transmitiendo de generación en generación, manteniendo siempre el estilo tradicional y natural. Bodegas López de Heredia también se caracteriza por tener una fuerte personalidad alejada de las modas, más o menos pasajeras, lo que nos permite crear una seña de identidad con nuestro vino más emblemático, el Viña Tondonia. Ese amor y convicción, inculcados durante tantos años, hacen que a día de hoy se pueda decir con orgullo que somos una bodega histórica en la que ha imperado, por encima de todo, la pasión por la viña, el vino y el respeto a la naturaleza y a la artesanía

¿De ahí la filosofía en la que se respaldan?

Uno de los pilares más importantes de la filosofía de López de Heredia es que es una bodega familiar con 143 años de historia, en la cual la cuarta generación continúa a día de hoy con el proyecto que empezó su bisabuelo, Don Rafael López de Heredia, en 1877, para realizar un vino fino, clásico, artesano y único: el Viña Tondonia. También es una bodega que, desde sus orígenes, ha defendido que un gran vino comienza haciéndose en la viña, teniendo un cuidado especial para obtener unas uvas de mucha calidad, lo que solo se consigue amando el campo. Por eso nuestros vinos se llaman de la misma manera que nuestros viñedos. También cabe destacar el trato excepcional que siempre hemos recibido los trabajadores de esta Casa, lo que nos permite sentir la bodega como nuestra. 

A lo largo de estos 143 años de historia, ¿Sus vinos estuvieron sujetos a cambios? 

Nuestros vinos podríamos decir que son prácticamente iguales a los que se elaboraban en los primeros años, aunque no podemos asegurarlo al cien por cien ya que, en última instancia, dependemos de la uva, y ésta cambia de un año a otro. Tenemos documentos que explican la manera que teníamos de cultivar el viñedo y de vinificar en aquella época, así como notas de cata en las cuales se describían nuestros vinos de la misma forma que lo hacemos con los actuales. Esta constancia se debe a que hemos sido siempre fieles a nuestra manera de hacer vino, vendimiando a mano y transportando las uvas en comportas de madera de chopo, fermentando en tinas centenarias de roble, criando nuestros vinos en barricas reparadas, las cuales salen de nuestra propia tonelería, trasegando a mano… En definitiva, realizando nuestros vinos como antaño, aunque siempre atentos a los cambios de este mundo que evoluciona tan rápidamente. Cuando algo está bien hecho, ¿para qué cambiarlo?

¿Cuáles son los elementos que explican por qué sus vinos blancos están bien hechos? 

Llevamos toda la vida elaborando vinos blancos con uvas de viura y malvasía de nuestras propias viñas, por lo que tenemos un amplio conocimiento y experiencia en la vinificación de este estilo de vinos, que tienen mucho cuerpo y vocación para envejecer, lo que los hace tan peculiares y únicos. Además, a día de hoy, las viñas ya tienen cierta edad y nos dan uvas de gran calidad. También, nuestro método de elaboración es bastante similar tanto para blancos como para tintos: fermentaciones en contacto con las pieles y crianzas largas en barrica reutilizada, que van desde los cuatro años en Viña Gravonia hasta los seis años de Viña Tondonia Blanco Reserva. Y, en años excepcionales, elaboramos Grandes Reservas que se crían diez años en barrica. A todo esto hay que añadir los largos periodos de guarda que pasan nuestros vinos en botella antes de que salgan al mercado.

¿Cuál es el secreto en su proceso de elaboración?

El proceso entero de elaboración de nuestros vinos está lleno de factores particulares y únicos. La vendimia se realiza a mano, de forma muy tradicional, en las mismas comportas centenarias, reparadas y mantenidas en perfecto estado, por supuesto, que usaba el bisabuelo. Esto nos permite traer la uva a bodega con buen estado sanitario y sin romper. La fermentación la seguimos haciendo en tinas de madera de roble de más de 100 años de antigüedad. Tienen gran importancia en la calidad de los vinos las especies de levaduras que producen la fermentación, microorganismos indígenas que en López de Heredia se han mantenido en los recipientes de vinificación, por lo que no tenemos que recurrir a la utilización de levadura externa. Nuestras crianzas en barricas bordelesas de roble americano siguen siendo pacientes, largas. Las trasiegas se realizan a mano, dos veces al año, con objeto de que las impurezas decantadas permanezcan el menor tiempo posible junto al vino limpio. Éstas se practican con rigurosa precisión para evitar un excesivo vacío de la barrica, que siempre permanece “boca de costado”, evitando así el contacto directo del vino con el oxígeno del exterior. Así, con gran paciencia, de una forma selectiva, va consiguiéndose la eliminación natural, nunca forzada, de cuánto pueda perjudicar a la buena crianza, a la vez que se conservan todos los factores que contribuyen a favorecerla. La clarificación se realiza con claras de huevos frescos para, posteriormente, embotellar los vinos sin filtrado alguno. El tapón de corcho, largo y muy criado, también es fundamental de cara a garantizar largos periodos de envejecimiento en botella, logrando así la finura que se aprecia en el paladar cuando se degustan nuestros vinos. 

© Archivo Bodegas Lopez de Heredia Viña Tondonia
¿Qué elementos aportan a sus vinos las especificidades climáticas y geográficas de la ciudad de Haro?

Nuestros viñedos están situados en la zona alta de la Rioja, muy cerca de nuestra bodega, están protegidos de los vientos fríos que vienen del norte por la Sierra Cantabria y muy próximos al río Ebro. Por ello, estas tierras se benefician de un microclima de influencia atlántica. La pluviometría media anual es de 430 litros y, por nuestra altitud de 500 metros aproximados y la latitud, tenemos horas de sol limitadas, por lo que la vendimia es tardía, hacia principios de octubre y, como tradición, hacia el día de la Virgen del Pilar, el 12 de Octubre. Durante el periodo de maduración de la uva es cuando, en nuestra zona de Rioja Alta, las noches son frescas y el salto térmico entre la temperatura diurna y nocturna muy grande, lo que favorece la síntesis de ácidos y la fijación de polifenoles que nos permite elaborar vinos con vocación para envejecer, tanto blancos como tintos. A todo ello, hay que sumarle los tipos de suelo de nuestras viñas, pobres, arcillo-calcáreos y aluviales, que permiten a las raíces de las cepas profundizar, resistiendo así al estrés hídrico en los años de sequía. Este conjunto de factores, hacen que nuestros vinos tengan ese perfil elegante, fresco y equilibrado

¿Cómo describirías ese resultado final? ¿Cuáles destacarías como las características más distintivas de sus vinos?

Son vinos con una frescura impresionante dado el nivel de acidez que tienen. A su vez, esa acidez, junto a otros componentes, permite que el vino se conserve en botella en perfecto estado por muchos años, siempre y cuando se tengan las condiciones de humedad y temperatura idóneas para su conservación. Por otro lado, y como bien dicen nuestras etiquetas, son “Vinos Finos”, aromáticos, de colores brillantes y limpios y de trago fácil. Empiezas una botella y, cuando te quieres dar cuenta ¡te la has terminado! Por último, diría que, a pesar de su edad, estos vinos se mantienen jóvenes durante muchos años y a la vez son muy versátiles para disfrutar con cualquier tipo de comida. 

Antes explicabas cómo la bodega López de Heredia ha logrado mantener su tradición a lo largo de casi un siglo y medio, aunque nunca de espaldas a los avances del mundo, ¿Cómo se fueron adaptando la bodega al proceso de globalización? ¿El mercado de exportación fue cobrando una importancia mayor para ustedes?

El fundador, Don Rafael López de Heredia, tenía muy claro desde el principio que quería que sus vinos fuesen disfrutados en todas partes, no solo a nivel nacional sino también a nivel internacional. Por eso nosotros desde 1900 ya vendíamos en los cinco continentes y en la actualidad seguimos haciéndolo. Sí que es verdad que, debido a la globalización y a las redes sociales, nuestra bodega ha tenido mucha exposición en los últimos años, y los retos han sido poder seguir dedicando tiempo de calidad a todos nuestros clientes y a los visitantes de la bodega, así como repartir nuestros vinos más limitados de manera proporcional para que lleguen a todos los mercados que lo demandan. Aun así, nosotros somos tradicionales también con respecto al marketing y publicidad, y creemos que la mejor publicidad es el boca a boca. 

¿Cómo ha ido cambiando la relación entre el mercado local y extranjero?

El mercado local sigue siendo, a día de hoy, el más importante para nosotros desde el punto de vista de las ventas, y el grado de sofisticación que ha ido adquiriendo en los últimos años ha hecho que la apreciación por nuestra bodega y vinos sea creciente. Sin embargo, también es cierto que, en los mercados de exportación, la percepción de calidad y exclusividad de nuestros vinos es incluso más elevada que en España, lo que ha favorecido una alta demanda de los mismos y que las ventas de exportación superen incluso a las del mercado nacional.   

¿Qué podemos esperar de las bodegas López de Heredia de cara al futuro?

La familia López de Heredia seguirá fiel a su filosofía, respetando la tradición, e inculcando sus valores y amor por el mundo del vino a las generaciones venideras para que todos los amantes de nuestros vinos puedan seguir disfrutando del Viña Tondonia durante muchos años.

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