Cómo saber si un vino está malo

Hoy queremos hablaros sobre aquellos trucos que pueden utilizarse para saber si un vino está malo. Aunque no suele ser lo más habitual, existen ocasiones en las que nos podemos topar con un vino que está en mal estado. Si bien es cierto que el proceso de elaboración del vino ha mejorado mucho y es raro encontrarnos con este tipo de casos, es importante saber detectar cuando un vino no está en buenas condiciones. Si esto te interesa, ¡sigue leyendo!

 

Claves para saber si un vino está malo 


Aquí te contaremos cuáles son las claves para
saber si un vino está malo, las cuales te serán de gran ayuda para identificar aquellas botellas cuyo vino es mejor no degustar:

Vinos picados

Gracias a la gran cantidad de avances que se han implementado en la elaboración del vino, es raro que se avinagre. Sin embargo, si un vino presenta un olor desagradable, lleva demasiado tiempo en la botella o se ha abierto hace mucho tiempo y ha estado en contacto con el oxígeno, es muy posible que se haya picado, es decir, que se haya avinagrado.
 

Vino oxidado 

Cuando un vino se ha oxidado suele presentar un olor a rancio o a cocido.  Estos vinos suelen haberse estropeado con el paso del tiempo, incluso aunque el mismo no haya sido abierto. Muchos vinos de alta calidad pueden llegar a oxidarse si el aire ha encontrado la manera de entrar al interior de la botella, lo cual ha terminado echando a perder el vino. 

Corcho que se rompe

Otra clave para saber si un vino está malo es el corcho. Cuando el corcho se rompe al abrir la botella de vino es una mala señal. Si el corcho se rompe significa que ha perdido las propiedades que garantizan que el vino se conserve en buen estado. En otras palabras, no tenemos las garantías de que el vino se haya conservado adecuadamente. Hay que ser cuidadosos, porque en ocasiones simplemente se ha elegido un mal sacacorchos y puede ser el causante de que el corcho se rompa. 

Olor a fruta pasada

Por otro lado nos podemos encontrar con que a la hora de abrir una botella, el vino desprenda un fuerte olor a fruta pasada y un sabor bastante extraño. Es otro de los defectos más comunes que suelen afectar a los vinos. Sucede como consecuencia de la oxidación y es muy habitual cuando en el proceso de fermentación no se ha elaborado de manera adecuada.

Tricloroanisol

Tampoco nos podemos olvidar de lo que se conoce como el TCA (tricloroanisol), o lo que es lo mismo, el famoso olor a corcho en el propio vino. Se trata de un defecto que se percibe únicamente en nariz y boca, ya que a simple vista tendrá un aspecto sano, pero su olor y aroma a corcho o cartón mojado se hará patente al degustarlo, dejando un sabor bastante desagradable en el paladar.

Burbujas en el vino

Cuando un vino no espumoso presenta burbujas es que algo no va bien. Esto se debe a que se ha producido una segunda fermentación del vino una vez dentro de la botella. Es decir, el vino se ha embotellado con azúcar y levaduras activas, las cuales han generado más alcohol y gas carbónico. Este defecto se percibe debido a que el vino presenta cierta efervescencia. 

Ahora que conoces las claves para saber si un vino está malo, no dudes en tenerlas muy presentes para poder identificar adecuadamente aquellos que es mejor no llevarse a la boca. 

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