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Comprar Vino de Jérôme Balmet
Jérôme Balmet es la mezcla perfecta entre hacer yoga y tomar vino. Esto se puede apreciar en sus botellas, que gracias a sus horas de meditación y práctica de artes marciales, ha creado un vino espiritual. Se expresa tal cual es. Un viaje personal por Asia, que ayudó a impulsarlo a tener su propia bodega para dedicarse a hacer lo que más ama: crear vinos naturales.
Viñedos de Jérôme Balmet
Produjo su primera cosecha en 2012, después de pedir prestada una hectárea de Gamay en su ciudad natal, Vaux-en-Beaujolais. Aprendió el oficio trabajando mano a mano con Jean-Claude Lapalu y Mathieu Lapierre. Ahora posee 3,5 hectáreas de viñas, que están divididas entre las localidades de Vaux-en-beaujolais y Saint-Etienne-des-Oullières, al sur de Brouilly. En el primero, cuenta con viñedos de hace 50 años, plantados sobre granito azul en una ladera empinada. En el caso del segundo viñedo, se trata de un suelo más pesado en el fondo del valle, y por eso, los vinos que se producen tienen una mayor densidad. Todo lo cultiva de forma orgánica con algunas prácticas de la biodinámica.
Vinos de Jérôme Balmet
Las uvas se someten a una ligera maceración carbónica espontánea, en huevos de cerámica, en sus viejos depósitos de hormigón y fudres. Su gamay tinto joven, Jérôme Balmet Barbe Rousse 2018, es fragante y ligero, ideal para llevarlo a una cena con amigos. Se puede acompañar muy bien con maridajes ibéricos y carnes blancas. El embotellado de sus vinos se realiza sin clarificar, sin filtrar y sin sulfuroso añadido.
Comprar Vino de Jérôme Balmet
Jérôme Balmet es la mezcla perfecta entre hacer yoga y tomar vino. Esto se puede apreciar en sus botellas, que gracias a sus horas de meditación y práctica de artes marciales, ha creado un vino espiritual. Se expresa tal cual es. Un viaje personal por Asia, que ayudó a impulsarlo a tener su propia bodega para dedicarse a hacer lo que más ama: crear vinos naturales.
Viñedos de Jérôme Balmet
Produjo su primera cosecha en 2012, después de pedir prestada una hectárea de Gamay en su ciudad natal, Vaux-en-Beaujolais. Aprendió el oficio trabajando mano a mano con Jean-Claude Lapalu y Mathieu Lapierre. Ahora posee 3,5 hectáreas de viñas, que están divididas entre las localidades de Vaux-en-beaujolais y Saint-Etienne-des-Oullières, al sur de Brouilly. En el primero, cuenta con viñedos de hace 50 años, plantados sobre granito azul en una ladera empinada. En el caso del segundo viñedo, se trata de un suelo más pesado en el fondo del valle, y por eso, los vinos que se producen tienen una mayor densidad. Todo lo cultiva de forma orgánica con algunas prácticas de la biodinámica.
Vinos de Jérôme Balmet
Las uvas se someten a una ligera maceración carbónica espontánea, en huevos de cerámica, en sus viejos depósitos de hormigón y fudres. Su gamay tinto joven, Jérôme Balmet Barbe Rousse 2018, es fragante y ligero, ideal para llevarlo a una cena con amigos. Se puede acompañar muy bien con maridajes ibéricos y carnes blancas. El embotellado de sus vinos se realiza sin clarificar, sin filtrar y sin sulfuroso añadido.